¿Cuáles son los huracanes más fuertes de la historia y qué categoría ha sido cada uno?

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Con Milton a punto de hacer contacto en algunas entidades de México y de Estados Unidos, son recordados otros grandes huracanes que lamentablemente han afectado de manera importante a los lugares sobre los que han tenido paso, siendo el antecedente más reciente, al menos en territorio mexicano, Otis, que, con una vertiginosa escala en su poder, arrasó con el puerto de Acapulco en Guerrero.

Como en cualquier otro desastre natural, es importante prestar atención a las indicaciones y medidas de seguridad compartidas por Protección Civil y autoridades correspondientes, evitando así posibles efectos adversos posteriores.

¿Cuáles han sido los huracanes más fuertes de la historia y que categoría ha sido cada uno de ellos?

Los efectos de un huracán dependen en gran parte de las condiciones de las zonas a las que pueden afectar. Aunque se mide la fuerza de estos ciclones según los vientos que acarrean, podrían clasificarse como los más devastadores aquellos que producen más daños tanto materiales como humanos. Según estos criterios, los desastres de este tipo más impactantes fueron:

  • Hugo (1989): Llegando a Estados Unidos como categoría 4, este ciclón arrasó con algunas islas caribeñas, entre ellas Puerto Rico. Aunque no alcanzó la máxima clasificación por vientos, está considerada como la tormenta con más impacto económico en la historia del país de las barras y las estrellas.
  • Mitch (1998): Este desastre llegó a registrar vientos que le valieron la categoría 5, la máxima a la que un huracán puede llegar. Su paso por costas del Pacífico dejó a aproximadamente 18,000 personas en las listas de desaparecidos y fallecidos.
  • Jeanne (2004): El huracán se clasificó como categoría 3, lo cual, si bien no parecía ser un ciclón de gran magnitud, devastó a Haití, así como a otras zonas del Caribe. Provocó cifras superiores a los 3,000 fallecidos.
  • Katrina (2005): Se convirtió en una de las tormentas más destructivas del continente americano, pues afectó seriamente a algunas zonas del sureste de los Estados Unidos. Registró números cercanos a los 2,000 fallecidos. Llegó a la categoría 5.
  • Irma (2017): Aunque no fue el desastre con más fallecidos o desaparecidos, esta tormenta registró vientos superiores a los 300 kilómetros por hora, alojándose dentro de la categoría 5 de la clasificación. Dejó desabastecidas a la mayoría de las zonas sobre las que tuvo efecto.
  • Otis (2023): Con un paso a categoría 5 en menos de 24 horas, este huracán impactó de lleno a un Acapulco que hasta la fecha no se ha repuesto por completo de los daños. Sumado a esto, recientemente el puerto sufrió las consecuencias de ‘John’, otro devastador ciclón.
  • Milton (2024): Aunque este huracán no haya impactado de lleno aún, se estima que podría convertirse en uno de los más destructivos de la historia. Su rápida evolución ha preocupado a expertos en meteorología alrededor de todo el mundo.

¿Cuántas categorías de huracanes existen?

La escala utilizada para clasificar huracanas recibe el nombre ‘Saffir-Simpson’ en honor a dos meteorólogos con estos nombres. Para esta categorización, se toma en cuenta la velocidad de los vientos que trae consigo un huracán, siendo sus diferentes niveles los siguientes:

  • Categoría 1 (119-153 km/h): Daños en servicios eléctricos y en edificios (mínimos).
  • Categoría 2 (154 – 177 km/h): Daños importantes a edificios.
  • Categoría 3: (178-208 km/h): Grandes daños a edificaciones.
  • Categoría 4: (209-251 km/h): Daños graves y árboles caídos.
  • Categoría 5: (252 km/h en adelante): Edificaciones y caminos destruidos.

¿Cómo se genera un huracán?

Como uno de los tipos de tormenta de mayor intensidad, los ciclones tropicales desarrollados en América son conocidos como huracanes. Como parte de su formación, este desastre pasa por varias fases, siendo la primera una depresión tropical, la cual puede evolucionar a una tormenta tropical y finalmente a, precisamente, un huracán.

Estos fenómenos evolucionan de manera similar una vez que están formadas, lo cual sucede cuando en la zona de origen de estos se mantiene una constante de ráfagas o corrientes de viento. Así mismo, la zona donde nacen debe de presentar temperaturas oceánicas superiores a los 26 grados centígrados, lo que genera grandes volúmenes de vapor y humedad, que, en conjunto con otros factores como la corriente tropical o la distancia al Ecuador de la Tierra, dan origen a estos devastadores instrumentos de la naturaleza.

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