La tarde del pasado sábado, después de que un impresionante eclipse anular pintara el cielo mexicano, el volcán Popocatépetl decidió dar su propio espectáculo. A las 14:22 horas, este coloso hizo temblar la tierra con una explosión de mediana intensidad, lanzando una fumarola imponente que se elevó hasta alcanzar una altura de mil 200 metros sobre el cráter. Esta erupción, que fue acompañada por la expulsión de material incandescente, no pasó desapercibida, ya que los testigos la capturaron en videos que se compartieron rápidamente en las redes sociales.
Además de esta explosión, el Popocatépetl también emitió 195 exhalaciones de baja intensidad, las cuales venían acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y, en ocasiones, ceniza. A esto se sumaron 482 minutos de tremor de alta frecuencia, que mostraba una amplitud que variaba entre muy baja y baja.
Alerta en la CDMX
Ante esta actividad volcánica, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) de la Ciudad de México mantuvo el semáforo de alerta volcánica en Amarillo Fase 2. Este nivel de alerta indica que el volcán continúa emitiendo ceniza volcánica con contenido moderado a alto.
Es importante recordar que la caída de ceniza, aunque es un fenómeno natural, puede ser perjudicial para la salud y afectar la vida cotidiana. Por lo tanto, es fundamental tomar precauciones en caso de que se presente una situación similar.
Algunas recomendaciones incluyen el uso de cubrebocas para evitar la inhalación de partículas de ceniza, evitar las actividades al aire libre, el cierre adecuado de puertas y ventanas, y la colocación de trapos húmedos en las rendijas para evitar que la ceniza entre en las viviendas. También se aconseja no dejar alimentos al aire libre, cubrir las coladeras para evitar obstrucciones en el drenaje y sellar adecuadamente los contenedores de agua, como cubetas o tinacos.