De no ser tenido en cuenta por Marcelo Gallardo a jugar la final de la Libertadores

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Alexander Barboza y Botafogo. (REUTERS/Ricardo Moraes)

Si había alguién que no imaginaba estar donde está, es Alexander Barboza, Su carrera pegó un giró de 180 grados y hoy es finalista de la Libertadores. De no ser tenido en cuenta por el mismísimo Marcelo Gallardo, a jugar la final de la Copa Libertadores. El zaguero central de 29 años vive su plenitud futbolístico a tope, en el equipo brasileño.

El caso de Alexander Barboza fue como el de tantos otros. Surgido de River, y sin lugar debido a que Gallardo le bajó el pulgar, probó préstamos en Atlético Rafaela y Defensa y Justicia, donde también alcanzó un rendimiento espectacular, en el histórico equipo de Sebsatián Beccacece. Luego, llegó a Independiente, donde las cosas no funcionaron, para pasar a Libertad, donde tuvo regularidad y pegó el salto al Brasileirao.

Su llegada a Botafogo, en 2024, significó tener regularidad, sumado a un protagonismo que dio que hablar en los principales medios. El zaguero central se encuentra puntero con el equipo brasileño, que lidera el Brasileirao con 67 puntos, habiendo ganado 20 partidos, empatado 7 y habiendo perdido sólo 5 encuentros. A falta de seis fechas, todo parece indicar que ganarán la liga. Además, jugará la final de la Copa Libertadores ante el Atlético Mineiro de Gabriel Milito.

En una charla con Sport 890, el zaguero central afirmó que inició el papeleo para convertirse en ciudadano uruguayo, con la intención de jugar en el seleccionado: “Es un sueño muy grande que tengo desde chico. Lo veía muy lejano, pero hoy al estar en un equipo grande de Brasil y por la manera que nos está yendo, hace que ese deseo lo sienta un poco más cerca. Por eso empecé todo el tema del papeleo”, comentó Barboza sobre su deseo a futuro. 

También contó por qué no inició antes este trámite: “Cuando tuve la posibilidad de debutar en primera, con 20 años, fue cuando Josema estaba empezando a surgir fuerte y mi padre me tiraba para adelante; me decía ‘mirá, él está ahí, vos podés’. Yo sabía que era muy difícil estando en un club como Defensa y Justicia, por eso no había iniciado los trámites”.

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