Diego Armando Maradona cumpliría 63 años hoy, este 30 de octubre. Entre tantas anécdotas, hay una que logró salvarle la vida a una persona. Lo cómico, y a la vez insólito, es que ese día el mejor de todos los tiempos no estuvo presente en el lugar de los hechos. Diego Korol contó la imperdible anécdota y el agradecimiento al diez.
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El contexto se remonta al año 1999. Diego ya se había retirado en Boca, en el 97, dos años antes, y se encontraba en la búsqueda de seguir siendo entrenador, tras las cortas experiencias en Mandiyú (1994) y Racing (1995). El personaje de la historia, Diego Korol, trabajaba en Showmatch, y fue enviado a Nigeria, para cubrir el Mundial juvenil. La secuencia que salvaría su vida ocurrió luego de un partido del seleccionado argentino.
“Era la única cámara argentina que había ido a Nigeria, había terminado un partido de Argentina y como teníamos que mandar el material, tuvimos que llevarlo del lugar donde se jugó el partido hasta la capital”, arrancó contando Korol, con cierta tranquilidad, hasta que llegó el aviso: “El embajador que estaba con la delegación nos dijo no lo hagan de noche, el trayecto es imposible, no lo hagan”, algo que no respetaron.
El trayecto pasó, de la relajación absoluta, a la preocupación e incertidumbre: “Veníamos medio dormidos, el camarógrafo abrazado de su cámara, el productor atrás, yo adelante. Vimos fuego en el medio de la ruta y el que manejaba, lo único que dijo, fue oh, oh ”, allí fue donde todo comenzó a complicarse…
¿Que había entre medio de tanto fuego y humo? hombres armados: “Eran tipos que tenían escopetas. Se sube uno al auto, doblan en el camino, no entendíamos qué carajo estaba pasando. Van, golpean una puerta. Sale uno de una casa, con calzones blancos como los que usábamos cuando éramos chicos, nos bajamos y el que sale me agarra la credencial: Miren, mi nombre es Diego Armando”, fue la palabra clave que uso Korol.
Lo cómico, entre tanta preocupación por la situación, es que verdaderamente el segundo nombre del conductor también era Armando: “Ese nigeriano en calzones, comenzó a decir, Diego Armando. El de la escopeta me miró, no sabía si yo era Maradona pero era muy futbolero, amaba a la Argentina, qué se yo… y le decía al de la escopeta ‘dejalo pasar’ y el de los calzones dijo: ‘Diego Armando pasa’“, dijo entre risas.
Los nigerianos no sólo los dejaron pasar, sino que también mostraron generosidad y le llenaron el tanque de nafta. De un momento violento, y hasta extorsivo, hasta la amabilidad, sólo por Diego Armando Maradona: “Fue una nota horrible, que no salió al aire“, dijo Korol para cerrar una historia que le salvó completamente la vida.