Borré y Alario rechazaron River… ¿por la situación del país?

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A la hora de intentar comprender por qué Lucas Alario y Rafael Borré rechazaron la posibilidad de jugar en River en 2024, y descartando que no quisieran hacerlo o que hubiere algún que otro tema relacionado a lo económico, toma fuerza la corriente que trascendió días atrás respecto de que, la situación socio-económica de Argentina, que afecta a las nuevas políticas que rigen desde la asunción del nuevo presidente, Javier Milei, y que influye en el tema seguridad, entre otras cuestiones, habrían sido las causales de sendas negativas.

Tanto Borré como Alario son jugadores consagrados que triunfaron en Sudamérica, se terminaron de consagrar en Europa y que han defendido a sus seleccionados. Si bien merodean los 30 años y siguen siendo jóvenes, ya se mueven en grupo familiar y para ellos no es un tema más. Al parecer, ambos no se encontraron cómodos con llegar a una Argentina en reconstrucción que atraviesa la peor inflación del siglo, en la que la moneda nacional ha perdido mucho valor y en donde se vive en medio de una economía que la balancea un dólar ilegal.

El agente de Alario manifestó que su jugador no fue a River porque no está al 100% físicamente, y que considera que debe estarlo si pretende vestir la casaca. Muchos hinchas de River se encontraron desilusionados por las decisiones de ambos ex jugadores del club, y llegaron a imaginar que se trató de que Inter de Porto Alegre, club brasileño en el que recalaron, les ofrecía más dinero. Si bien posiblemente tuvieran ofertas más jugosas, la estabilidad y seguridad que ofrece en este momento Porto Alegre es del agrado de los jugadores.

Tampoco es que en Buenos Aires no se pueda vivir, el fútbol sigue y hay estrellas consagradas como Edinson Cavani que lo viven sin problemas. Pero a algunos les influye, sin ir más lejos, el caso Salomón Rondón. El venezolano estuvo seis meses, jugó, hizo goles, tuvo chances de consolidarse pero no se adaptó al ritmo de vida que imponía el vivir en Buenos Aires y se terminó yendo rompiendo el contrato.

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