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Jugó poco y nada, y las veces que lo hizo, no logró desentonar lo suficiente como para ganarse el puesto, pero así y todo Facundo Roncaglia supo ser ese fusible necesario para el Boca versión 2023, tanto adentro como afuera del vestuario. A los 36 años y con un pasado ampliamente superior a su presente, el defensor central a veces lateral se despedirá del club en diciembre próximo y se convierte de esa forma en la primera baja confirmada pensando en 2024.
Si bien la baja de Roncaglia no será de peso en cuanto al proyecto futbolístico, hay otras que sí tendrían impacto directo en el armado del plantel y que la dirigencia actual, a falta de que se conozca si continuará producto de que se vienen las elecciones, medita cómo moverse. El caso más resonante es el de Valentín Barco, pretendido por el City Group y por quien el Brighton llegó a ofertar que pagaba la cláusula de rescisión.
El lateral, volante y a veces media punta, fue la gran revelación de Boca en el año y captó la atención los mercados más potentes, al punto que Boca le hizo renovar y de esa manera aumentar su cláusula, que estaba en 10 millones y se fue al doble. Pese a ello, se trata de una cifra muy asequible para las economías de Europa y es por eso que Barco probablemente esté jugando sus últimos partidos en Boca.
Otro que está en carpeta de varios clubes europeos es Cristian Medina. El volante central, de brillante año en la mitad del campo, es seguido por clubes como la Fiorentina y otros cuyos nombres no trascendieron. También llamó la atención para bien el andamiaje de Nicolás Valentini, central de las inferiores, que lo hizo bien en la temporada.