El método poco ortodoxo de Riquelme para que no le roben a sus jugadores: interrumpirles la carrera
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En Boca hay una suerte de código que establece que, si un jugador no renueva con el club a falta de seis meses para que expire su contrato, será colgado y separado del plantel hasta nuevo aviso. Los motivos son varios, aunque el de raíz tiene que ver con que esta dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme, presidente, a fines de impedir que sus jugadores se vayan en calidad de libres, los obliga a renovar a falta de seis meses para que en caso de tener ofertas e irse, el club en cuestión que busca a fichar a un jugador del equipo le deje dinero a la institución.
Guste o no, es una determinación no prohibida y por ende válida. En Boca están dispuestos a interrumpir una carrera con tal de ver dinero y el último caso que así lo expone es el de Nicolás Valentini. El defensor central finaliza su contrato en junio próximo, recibió una oferta para renovar por parte del consejo de fútbol pero no hubo acuerdo ya que el jugador pretende una mejora sustancial de su contrato (estuvo ganando 2500 dólares hasta enero). Para el caso, tiene ofertas de clubes dando vueltas, lo han buscado de Italia y Países Bajos puntualmente, y tiene intenciones de emigrar pero el caso es que los clubes que no lo han buscado le han impuesto como condición salir libre, para evitar pagar el traspaso.
A sabiendas de esto, la dirigencia decidió separar al ‘vikingo’ para que de esa manera pierda ritmo y valor mercado por querer irse sin dejar dinero al club. Si bien no es una decisión que le afectará a largo plazo su carrera, es posible que de por sí incida en la decisión de un club de ficharlo o no. De cualquier manera, el caso Valentini no es el primero que sacudió al mundo Boca, meses atrás hubo un caso similar que tuvo como protagonista a Valentín Barco, pero con la diferencia de su salida sí le dejaría dinero a Boca.
Uno de los casos más emblemáticos fue el de Agustín Rossi, quien en desacuerdo con la oferta de renovación fue colgado y pasó meses sin atajar. Luego pudo volver a su nivel en Flamengo, tras un breve paso por el Al Nassr en el que sumó minutos a préstamo tras la decisión de Boca.
Hay quienes en Boca bancan esta idea de interrumpir carreras de ser necesario a fines de cuidar la economía del club, hay otros que no están de acuerdo ya que forma parte de las reglas del juego. El caso es que con esta medida, ni la dirigencia ni el jugador ganan, pero a Riquelme y compañía solo les mueve la aguja si hay o no dinero.