“Los días previos a una convocatoria, Centurión sufre una suerte de ataque de pánico, lo estamos ayudando”

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Ricardo Centurión cumplió un año sin jugar el pasado 16 de abril. Aquella jornada disputó poco más de 60 minutos en el duelo de Barracas, club en el que jugaba, ante Vélez, precisamente el dueño de su pase y en donde actualmente está trabajando mental y físicamente para poder volver a ser opción. Fue un 2023 duro para el volante creativo de 31 años, que se planteó dejar de jugar al fútbol, algo que de hecho llegó a manifestar en una salida en redes sociales, pero que nada tenía que ver con su real deseo y era sinónimo más de frustración y enojo que otra cosa.

A Centurión le pasaron muchas cosas difíciles en los últimos años. A diferencia de muchos, a él le ha costado bastante más lidiar con los obstáculos que la vida le puso por delante y producto de sus malas decisiones lleva un año sin jugar al fútbol, sin hacer lo que más disfruta y mejor sabe hacer. En los últimos tres años sufrió el fallecimiento de su ex pareja, fue padre y se dejó ver en ámbitos totalmente ajenos al fútbol, y todo hacía creer por ende que su carrera terminaría.

Sin embargo, en Vélez decidieron apoyarlo, contenerlo y ayudarlo a madurar. No le rescindieron el contrato y lo invitaron a entrenar y a desafiarse. Él aceptó, y desde febrero que está haciendo un trabajo físico que ha ido en evolución, al punto que ya entrena con el primer equipo que comanda Gustavo Quinteros, aunque aún no ha sido convocado a ningún partido ya que aún le falta un poco más desde lo mental, más que desde lo físico.

A eso hizo referencia el presidente de la institución, Fabián Berlanga: “Queremos recuperar a Centurión y que vuelva a ser el jugador que fue. Tengo muchas ganas de que juegue un partido, aunque sea para confíe en sí mismo otra vez”, empezó comentando el dirigente, quien luego añadió una situación poco conocida y que generó sorpresa: “Sabemos que los días previos, cuando hay una posibilidad de convocatoria, tiene un poco como de ataques de pánico, por llamarlo así”.

Tal y como contó Berlanga, la respuesta del jugador a las previas de las citaciones son difíciles y ‘le ocurren’ cosas inesperadas: Yo no soy médico para decirlo, pero es la sensación, termina teniendo una nana (sic), como bajándose del partido, porque es algo que después de tanto tiempo a él también le genera un tema corporal“.

Por último, compartió: “Va a depender de él, nosotros estamos atrás, tratamos de mimarlo y que se sienta bien y cómodo. Hay un profesional especialista en la materia para que lo vaya guiando y ayude a sacarlo de este tema que es muy complicado. Esperamos que pueda debutar otra vez y vuelva a ser jugador de fútbol aunque sea por un rato y empiece a confiar en él mismo“.

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