“Maravilla” Martínez, de estar preso al Hat-Trick con Racing
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Racing ganó, gustó y goleó. En mucho de eso tuvo que ver Adrían “Maravilla” Martínez, la figura del partido con tres goles. El delantero, que aún no había debutado en la red con La Academia, se sacó la mufa y no anotó uno, sino tres goles, además de brindar una asistencia en el 4-1 de su equipo ante un pobre y endeble San Lorenzo de Almagro, por la fecha 4 de la Copa de la Liga Profesional.
Martínez abrió el marcador tras un centro, y pifia de Carlos Sánchez, para luego anotar el 1-0 inicial. El segundo gol llegó tras un gran centro de Gabriel Rojas, que si bien fue bastante rápido, debido a la lluvia y lo mojado que estaba el césped, Martínez logró conectar de primera y mandarla a la red. El tercer tanto del encuentro dejó en evidencia su olfato goleador, tras capturar un rebote y, con mucho suspenso, poner el 3-0. Lejos de conformarse, después envió el centro para asistir a Facundo Mura, en el 4-1 final.
Luego del partido, Martínez habló sobre este momento y recordó su paso por la cárcel: “No es fácil llegar a Primera y me ha pasado todo muy rápido. Siempre dije que no me gusta que me digan Maravilla porque por ahí llegás a un club y no podés meterla y que te digan Maravilla de pronto el apodo es muy grande. Pero lo que hizo Dios con mi vida es una maravilla porque no sé cuántas personas más habrán salido de las cárceles y a los 23 años tener la posibilidad de jugar al fútbol y disfrutar de esto”, contó en charla con TNT Sports.
“Lo que Dios hizo con mi vida es una maravilla, salir de la cárcel y tener la posibilidad de jugar al fútbol. Al que Dios elige, Dios lo respalda”.
— Nelson Rene (@NelsonReneOk) February 10, 2024
La figura de Racing Adrián Martínez (31), tras anotarle 3 goles a CASLA. Ex Sol, Libertad y Cerro Porteño. pic.twitter.com/KDsxBHKFQv
Y claro, porque el delantero fue acusado de entrar a la casa de la persona que mató de tres tiros a su hermano. Debido a eso, estuvo siete meses preso en la Unidad 21 de Campana, donde se las rebuscó para sobrevivir. Luego, y ya en libertad, se abocó al fútbol, sin hacer inferiores y con mucho éxito. El delantero volvió al ruedo a los 23 años, donde pasó por Defensores Unidos de Zárate, Atlanta, Sol de América, Libertad, Cerro Porteño, Coritiba. El último paso por Instituto, donde anotó 18 goles y 9 asistencias en 41 partidos, algo que le permitió llegar a Racing.