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Por la sexta fecha de las eliminatorias sudamericanas, la Selección Argentina le ganó 1 a 0 a Brasil gracias a un gol de cabeza de Nicolás Otamendi, sobre el minuto 63′, y de esa manera, en lo que fue un partido sufrido y abierto por momentos, se recupera tras la derrota pasada ante Uruguay y vuelve a la cima de la tabla de posiciones del torneo. Fue la primera vez en la historia que los brasileños pierden como locales por eliminatorias, marca que acentúa la crisis que viven ya que quedó sexto tras su tercera caída consecutiva.
¡¡¡GOOOOOOL DE ARGENTINA!!! ¡OTAMENDI MARCA EL 1-0 ANTE BRASIL EN EL MARACANÁ!@McDonalds_Ar presenta la jugada más linda del partido pic.twitter.com/85cERvhT0h
— TyC Sports (@TyCSports) November 22, 2023
Brasil salió a presionar alto para evitar que Argentina pudiera hacer su juego, el de posesión y control. Sin embargo, los campeones del mundo no renunciaron a su propuesta y lograron imponerse, generando peligro en ataque y desesperación en los locales, que cortaban constantemente con faltas. Los primeros 25 minutos fueron un sinfín de imprecisiones, faltas e interrupciones, sin opciones de gol y por ende ni claridad, con Brasil totalmente lanzado a cortar cualquier avance con falta, y sin profundidad en ofensiva ante la férrea marca de la última línea argentina.
En el momento en que Argentina consiguió ponerse cómodo en el campo, producto también de que Brasil bajó la impresionante intensidad con la que jugó la primera media hora, Messi fue atendido por una sobrecarga y por supuesto preocupó a todo el equipo. Tras ser masajeado en el aductor de la pierna derecha reingresó pero claramente tocado ya que intervino poco y cuando lo hizo no forzó jugadas, esperando al entretiempo para analizar opciones.
La lesión de Messi coincidió con el peor momento argentino, sobre el desenlace Brasil generó peligro por medio de un un tiro libre de Raphinha que pasó muy cerca del travesaño tras desviarse en la barrera, y de ese tiro de esquina nació otra chance de gol esta vez por parte de Marquinhos, que ganó en el anticipo a su marca, cabeceó pero para suerte argentina dio en Romero. Argentina no daba con su juego producto de la efectiva presión brasileña y a la salida de un tiro de esquina casi sufre la caída de su arco de no ser por Romero, quien sacó en la línea un remate de Martinelli que leyó con mucha inteligencia. Así se fue el primer tiempo, con Brasil superando tácticamente a Argentina pero no pudiendo capitalizarlo en el resultado.
Segundo tiempo
El inicio del complemento fue prácticamente la continuidad del primero, con un Brasil agresivo en la presión y la marca. Así fue como provocó errores en la salida argentina, y casi se pone en ventaja primero por medio de Gabriel Martinelli, que quedó mano a mano con Dibu y no pudo ante el arquero campeón del mundo. Recién al 62′ Argentina pudo adelantarse y jugar con comodidad en campo rival, logrando una jugada de Acuña por izquierda que terminó en tiro de esquina, del cual llegó el gol de Nicolás Otamendi.
Al minuto 57 Dibu Martínez le tapó el gol a Martinelli luego de una gran jugada de Gabriel Jesús. Primera llegada de argentina al 62, y de esa jugada nació el tiro de esquina ejecutado por Lo celso que Nico Otamendi cambió por gol. Tras el tanto, Scaloni mandó al campo a Tagliafico por Acuña en el lateral izquierdo, y minutos más tarde Paredes y González entraron juntos en lugar de Gio Lo Celso y Enzo Fernández.
Brasil retomó la iniciativa del partido pero ya sin esa agresiva presión, sintió el golpe del gol ya que hasta ese momento había hecho los méritos para estar en ventaja, y más allá de alguna corrida de Rodrygo por derecha, controlaba las acciones. Sobre el 75′ y tras un exigido partido, Leo Messi dejó el campo en lugar de Ángel Di María, y Julián Álvarez hizo lo propio para el ingreso de Lautaro Martínez. Brasil empezó a caer finalmente en el juego argentino y ello le hizo entrar en desesperación, que se encargó de exponer Joelinton, que había ingresado al 75′ y sobre el 80, le pegó sin pelota a De Paul en una disputa y el árbitro no dudó en mostrarle la tarjeta roja.
El final del partido tuvo a un Brasil lanzado en ataque buscando el milagro, y una Argentina lista para robar y salir de contra. Poco y nada pasó pese al cuadro final en un partido que los campeones del mundo supieron aguantar con inteligencia, que bien pudieron perder pero que terminan ganando sacando a relucir la chapa de mejor del mundo.