Messi y el partido que más sufrió jugando con Argentina: “Me putearon mucho, fue duro”

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Messi se toma el rostro, atrás, Guarín celebra el empate.

Hay quienes allá por 2011 eran muy chicos, y hoy, trece años después, posiblemente no puedan entender cómo fue posible que hinchas argentinos insultaran a Leo Messi en un partido que se jugó en el país. Pero pasó. Fue en el estadio de Colón de Santa Fe, durante el empate sin goles de Argentina contra Colombia por la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa América de aquella edición.

Argentina venía de 18 años sin títulos, de perder las últimas dos finales de Copa América contra Brasil en 2004 y 2007, de ser goleado en cuartos de final de Sudáfrica 2010 contra Alemania y por ende la gente tenía la ilusión de romper la mala jugando en casa con un Leo Messi que por ese entonces hacía entre 60 y 70 goles por año con el Barcelona y ya era el mejor del mundo.

El caso fue que Argentina, que contaba con grandes figuras, no pasó del empate en el debut contra Bolivia, en el que Messi había tenido un partido discreto, y ante el desencanto que había de parte de la gente para con él, instalando eso de que jugaba mejor en Barcelona que con Argentina, llegó al duelo contra los colombianos en el ojo de la tormenta ya que además, la prensa no ayudaba.

No recuerdo ningún insulto en especial, pero sí que en la Copa América 2011 en Argentina, cuando jugamos en Santa Fe me dijeron de todo. A mí y a toda la selección. Fue bastante duro. Me putearon de todos los colores, señaló Leo en diálogo con el stream de un familiar suyo llamado “Dispuestos a todo”.

Quien escribe estuvo en ese partido trabajando para un medio, y puede dar fe que fue tal cual explicó Messi. Cuando Leo la tenía recibía silbidos, cuando erraba un pase o una acción de gol manifiesta era insultado, y al término del partido recibió una recital de señas y gritos que dejaban expuesta la frustración de la gente.

Argentina, tras ese partido, goleó a Costa Rica en Córdoba y en cuartos de final el sorteo estableció que jugaría frente a Uruguay, en Santa Fe. Fue tal la mala energía que quedó en ese estadio, que como era de esperarse Argentina perdió en la definición por penales tras igualar 1-1 en los 90, mereciendo ganar y poniendo fin a la participación.

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