Al igual que Diego Maradona tras la obtención del Mundial 1986, el astro Lionel Messi ya no puede caminar tranquilo por las calles de Argentina. A los 35 años, desató la locura esta semana en su regreso al país apasionado por el fútbol y que lo ha convertido en su nuevo héroe nacional luego de levantar la tercera Copa Mundial de Argentina como capitán de la albiceleste en Qatar 2022.
El astro del París Saint Germain (PSG), que llegó el lunes a su país natal para disputar un amistoso ante Panamá, lo comprobó este martes por la madrugada cuando casi un millar de personas rodearon el restaurante donde cenaba junto a familia y amigos en Buenos Aires.
Mientras el jugador cenaba con sus allegados en ‘Don Julio’, una parrilla de fama internacional por sus carnes asadas, en la calle los fanáticos le gritaban “Messi, Messi” y le dedicaban los clásicos cánticos de la hinchada argentina: “que de la mano de Leo Messi la vuelta vamos a dar” y “Muchachos”, según imágenes que se viralizaron en redes sociales.
Messi tuvo que ser escoltado una cuadra por la policía para llegar a su automóvil y retirarse. Los hinchas enloquecidos tocaron al jugador como si se tratara de una imagen religiosa y al mismo tiempo captaron ese instante con sus móviles. “Messi te amoooo” y “gracias Leo”, fueron algunas de las frases que le decían a su paso.
“Gracias por mirarme capitán, puedo morir en paz”, agradeció en Twitter Loli Brancos, quien pudo acercarse a Messi y saludarlo.
La locura por Messi retrotrae al furor que desató Maradona en el país sudamericano hace 36 años tras levantar la Copa del Mundo en México. El entonces capitán también tuvo que lidiar con multitudes de hinchas que lo perseguían a donde fuera por una fotografía o autógrafo.
No siempre fue así para Messi
Messi sufrió la indiferencia y hasta la antipatía de muchos hinchas albicelestes al señalarlo como responsable por las derrotas de Argentina en las finales de Copa América (2007, 2015 y 2016) y en el Mundial (2014). Estas críticas desmedidas llevaron al jugador a renunciar al seleccionado de su país en 2016, aunque al tiempo recapacitó.
El delantero celebrará la obtención del Mundial junto a sus compañeros el jueves cuando Argentina se mida en un amistoso ante Panamá en el estadio Monumental de Buenos Aires con entradas agotadas.
Las autoridades de Seguridad guardan en secreto el operativo de traslado del plantel desde el predio de selecciones en Ezeiza, suburbio el oeste de la capital, hasta el Monumental justamente por temor a que los hinchas bloqueen carreteras y accesos e impidan la llegada del autobús. No descartan que los jugadores viajen en helicóptero.