Las razones por las que Denver Nuggets se repusieron de un 0-2 para empatar la serie ante Minnesota

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Muchos daban por muertos a los Denver Nuggets tras perder los primeros dos juegos de la semifinal del Oeste ante los Minnesota Timberwolves. La derrota por 26 del Juego 2 fue la razón por la que muchos pidieran los santos óleos, pero los campeones defensores hicieron un Rudy Tomjanovich, aquello de ‘nunca subestimes el corazón del campeón’ y fueron de visita a ganar siguientes dos, ya empataron la serie y recuperaron la localía.

¿Qué fue lo que pasó que llevó de derrotas por 7 y 26 en Denver, a victorias por 27 y 8 en Minnesota? Repasamos.

Cuidar el balón

Lo más llamativo del Juego 2 fue cómo le costó a Denver anotar en el segundo periodo, con una sofocante defensiva de Minnesota. Puede que los árbitros tuvieran manga ancha con el silbato, pero los TWolves generaron caos y corrieron con 19 pérdidas. En Minnesota, no pasó así.

Volvió el Defensivo del Año, Rudy Gobert

Previo al Juego 2, el francés Rudy Gobert se convirtió en padre por primera vez. Su baja se conoció hasta el último minuto, por lo que Denver se vio sorprendido cuando Kyle Anderson arrancó y cambiaron el esquema defensivo, forzando constantes dobles marcas a Jokic que sacó del plan a Minnesota.

Gobert volvió para el Juego 3, pero no está luciendo de gran manera su cuarto premio al Defensivo del Año porque Jokic sabe atacar esa alineación.

Otra cuestión curiosa es que Minnesota no volvió, por momentos aunque sea, a usar ese cuadro pequeño. Vaya, en el Juego 4, hasta fueron con una quinteta altísima con Gobert, Towns y Reid al mismo tiempo.

Se destrabó el arranque

La quinteta inicial de Denver, esa que les llevó al anillo en 2023, había jugado fatal la postemporada. Ante los Lakers, perdieron 4 de 5 juegos y solo en uno pasaron de 25. Ante los T-Wolves iban 1-1 en casa, pero anotando 25 y 20.

De visitantes, arrancaron con el acelerador a fondo: 28-20 en el Juego 3, 29-24 en el Juego 4. En los tres últimos periodos de cada juego, nunca fueron abajo en el marcador.

Los 4 días de descanso

Una particularidad: tras jugar en sábado y lunes en Denver, el Juego 3 fue hasta el viernes en Minnesota. Fueron 4 días, 96 horas, que le permitió a Denver respirar y recuperarse. El más claro ejemplo es Jamal Murray, quien tiró 6% de campo en 28casa y 25% de triple, pero de visita fue 50% y 47%, notándose las piernas frescas al atacar el aro y hasta tirar sobre las marcas de Gobert y Towns.

Nadie le hizo segunda a Anthony Edwards

La culpa de las victorias de Denver no es la desaparición de la figura del otro equipo. Anthony Edwards anotó 19 en el Juego 3, 44 en el cuarto, pero nadie más superó los 15 puntos en ningún juego… Y FUE EN CASA. Más evidencia: Edwards tiró 60% de campo y 50% de triple; el resto de los T-Wolves, 40% y 28.9%.

A los Nuggets les pasó lo contrario. Todos los titulares anotaron al menos 10 puntos en el Juego 3, incluyendo 21 de Michael Porter Jr. Aaron Gordon 27 en el cuarto, y la banca salió al quite con 10 de Justin Holiday y 11 de Christian Braun.

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