La recompensa que pagaron los Dodgers por la pelota del primer HR de Shohei Ohtani

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La afortunada no se pudo quedar con la pelota de Ohtani | Reuters/@DodgersNation

A pesar de toda la polémica en las últimas semanas con el caso de apuestas de Shohei Ohtani, se vivió una fiesta el pasado miércoles 4 de abril en el Dodger Stadium con el primer cuadrangular de la estrella japonesa en la victoria de cinco carreras a cuatro frente a San Francisco Giants. La pelota de la jugada terminó en una de las gradas del estadio y como es tradicional, el aficionado que la tomara tendría la opción de quedársela pero eso no habría sido el caso con Ambar Roman.

La aficionada de los Dodgers fue la que logró tomar la pelota tras el home run de Ohtani y aunque junto con su esposo pensaron en quedarse con lo que se podría volver un auténtico tesoro hoy y en el futuro, elementos de seguridad de los Dodgers ofrecieron un intercambio pero de una manera que habría sido más que intimidante y tratando de presionar a la pareja.

“Es sólo que es un momento especial, es una pelota especial. Sólo pienso que es justo el ser recompensado de igual manera,” explicó Alexis Valenzuela, el esposo de Roman. “Me decepcionó que un equipo al que aprecio tanto nos haya engañado entre comillas.”

Unas declaraciones que tendrían como causa que una vez que se identificó a la joven como la poseedora de la pelota, sólo se le habría ofrecido un intercambio por dos gorras firmadas por Ohtani y se le habría advertido que los Dodgers no le darían la autenticación a la pelota necesaria para comprobar su valor y venderla por lo que habrían sido por lo menos $100 mil dólares de acuerdo a los reportes.

Ambar Roman al final también habría recibido otra pelota y un bate firmado por la estrella japonesa pero el mal sabor de boca se habría quedado para la pareja, sabiendo de la fortuna que podrían haber ganado por un tesoro que ahora será colocado en las vitrinas del equipo. Una molestia que si ha terminado expresando Valenzuela y señalando que su esposa no habría recibido un trato justo.

Realmente se aprovecharon de ella. Había muchos de seguridad alrededor de ella. No me dejaron hablar con ella o aconsejarla. No había manera de que nos dejaran ir. Prácticamente la acorralaron.”

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