La Federación de Boxeo de Estados Unidos rompió su relación con la Asociación Internacional (AIB) de ese deporte, a la que perteneció durante 77 años, a fin de mudarse a un organismo rector rival con la esperanza de garantizar su futuro en los Juegos Olímpicos.
La organización estadounidense anunció la decisión el miércoles, en una carta a sus miembros por parte de su director general Mike McAtee. El objetivo del organismo estadounidense sería incorporarse a la Federación Internacional World Boxing, establecida hace un par de semanas, en un intento por preservar el futuro olímpico de este deporte.
Esta medida surge de cara a lo que serán los segundos Juegos Olímpicos consecutivos sin participación por parte de la Asociación Internacional de Boxeo, el viejo y polémico organismo rector.
McAtee dijo que la federación estadounidense tomó la decisión ante la incapacidad de la AIB “para cumplir la misión y principios de su constitución, y ante su incapacidad para respetar la carta y el movimiento olímpicos”.
Desde 1946, la federación de Estados Unidos había formado parte de la AIB, conocida anteriormente como Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA). Los boxeadores estadounidenses son los máximos ganadores de medallas en este deporte en la historia olímpica.
El fin de la relación pone de manifiesto el cisma profundo entre el liderazgo actual de la AIB y varios programas nacionales decididos a reparar la relación rota con el Comité Olímpico Internacional.
El COI suspendió su reconocimiento a la AIB en 2019 y no le ha restituido su estatus, ante las preocupaciones sobre las finanzas y control del organismo, así como acerca de las decisiones de sus jueces.
La división entre las dos organizaciones se ha acentuado en los meses recientes, cuando la AIB anunció desafiante sus propios torneos clasificatorios para los Juegos Olímpicos. El rompimiento ha hecho que en realidad no tenga ya el poder de seleccionar a competidores olímpicos.