En una entrevista reciente, el reconocido ex pugilista mexicano Julio César Chávez abrió su corazón y habló sobre la preocupante recaída en las sustancias que ha experimentado su hijo Julio. Con una sinceridad conmovedora, Chávez reveló detalles íntimos acerca de los obstáculos que su hijo enfrenta y su determinación inquebrantable para asistirle en su batalla contra las adicciones
El antiguo campeón mundial de boxeo expuso la dura realidad de la situación de su hijo, señalando que Julio padece depresión y que, en un momento de desesperación, consumió medicamentos para la ansiedad, lo cual provocó una recaída. Chávez describió cómo el cerebro inflamado de su hijo lo llevó a delirar y a pronunciar palabras sin sentido, lamentando profundamente esta circunstancia.
“Ha habido muchos rumores de una recaída de Julio, de algunos videos que circulan y otros que grabó. Como saben, acaba de salir de un programa de recuperación en el que estuvo internado un año. Julio sufre de depresión, se tomó un ansiolítico, tenía dos días sin dormir y empezó a delirar, se le inflamó el cerebro y dio un paso para atrás. Como es adicto se tomó tres ansiolíticos y eso le hizo empezar a recordar cosas del pasado, a hablar puras pendejadas que es lo que hizo porque traía el cerebro inflamado”, declaró Chávez en entrevista para el canal de Youtube de David Faitelson.
Chávez también se refirió a los rumores y acusaciones que ha enfrentado en relación con su hijo. Descartó estas afirmaciones, atribuyéndolas a los efectos de la dependencia y la inflamación cerebral. El ex pugilista expresó su frustración hacia aquellos que malinterpretan la situación y lo acusan de despojar a su propio hijo, aclarando que su única meta es ayudarlo y prevenir daños mayores.
“Hay tanta gente tan pendeja, tan estúpida, que creen que yo le robo a mi hijo. Son inventos de Julio porque el cerebro se le inflama, el adicto suele joder a la persona que más lo quiere ayudar. Mientras tenga vida voy a ayudarlo, no voy a dejar que le pase algo a mi hijo”, señaló con contundencia.
El amor paternal hacia su hijo fue evidente en cada expresión de Julio César Chávez. A pesar de las dificultades que implica lidiar con un adicto, afirmó que seguirá luchando incansablemente por preservar la vida de Julio. Reconoció que su hijo puede sentir resentimiento y rechazo hacia él y su esposa, Frida, debido a su intento de brindarle apoyo, pero eso no mermará su determinación de estar presente y respaldarlo.
“Julio no me puede ver a mí ni a Frida (su mujer) ni en pintura porque lo queremos ayudar. No voy a dejar que mi hijo se me muera, así deje de hablarme, me odie o me lleve los chingadazos, voy a hacer todo por salvarle la vida a Julio”, reveló el campeón.
La sinceridad de Chávez al admitir que él también ha experimentado las trampas de la adicción es notable. Reveló cómo una simple pastilla para tratar una lesión en su cartílago desató ansiedad y puso en riesgo su bienestar. Estas vivencias personales le han llevado a comprender la naturaleza compleja de la dependencia y fortalecen su compromiso de apoyar a su hijo en cada paso del camino hacia la recuperación.
“Estoy preocupado por mi hijo Julio, él sabe que no puede tomar una sola pastilla, aunque sea un ansiolítico o algo para dormir. Así somos los adictos, yo me tomé una pastilla para desinflamar el tema del cartílago que traigo y casi acabo en el hospital por la ansiedad, por lo que la adicción te genera”, confesó.