Oleksandr Usyk se queda con la revancha ante Tyson Fury para mantenerse como el mandón de los pesos pesados
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En una noche histórica en la Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, Oleksandr Usyk reafirmó su supremacía en el boxeo al derrotar por decisión unánime al británico Tyson Fury en la esperada revancha por el título de los pesos pesados. Con tarjetas idénticas de 116-112, el ucraniano se mantuvo invicto, aunque el espectáculo no cumplió con las expectativas del abarrotado recinto.
El ‘Rey de los Gitanos’, fiel a su extravagancia, protagonizó un momento peculiar antes de la pelea, cantando All I Want for Christmas Is You de Mariah Carey durante su entrada al ring. Una escena tan peculiar como su estilo sobre el cuadrilátero.
El combate comenzó con un primer round de análisis, en el que ambos pugilistas parecían todavía tantearse a pesar de haberse enfrentado previamente. Fury, con su alcance y fortaleza, lanzó un par de derechas que tambalearon a Usyk, dejando en claro que el británico no estaba dispuesto a ceder terreno fácilmente.
El segundo asalto trajo un momento crítico para el ucraniano, quien casi besa la lona tras un cruzado de derecha en los últimos segundos. A pesar del susto, Usyk logró mantenerse de pie y comenzó a trabajar su estrategia en el tercer episodio. Fury, inteligente y calculador, aprovechó nuevamente los segundos finales para conectar una izquierda de poder que puso en aprietos al campeón.
Fue en el cuarto round cuando Usyk comenzó a imponer su ritmo. Con precisión quirúrgica, encontró el rostro de Fury con su mano izquierda en un par de ocasiones, marcando la diferencia en un combate que hasta ese momento parecía inclinarse hacia el británico.
Aunque las acciones se equilibraron en los rounds siguientes, cada avance de Fury generaba mayor peligro, aunque sus momentos de agresividad eran esporádicos. Usyk, en cambio, mantuvo su estrategia de combinaciones rápidas, desgastando poco a poco a su rival.
El octavo episodio tuvo un momento de tensión con un ligero cabezazo accidental, pero Fury mantuvo su enfoque con un constante uso del jab para mantener a Usyk a raya. A pesar de ello, la efectividad del ucraniano con sus golpes combinados fue suficiente para convencer a los jueces y sellar su victoria.
Con esta actuación, Usyk retiene los cinturones y sigue escribiendo su legado en el boxeo. Sin embargo, tanto él como Fury quedaron a deber en una pelea que prometía más intensidad y emoción, especialmente considerando el calibre de ambos contendientes.
La Kingdom Arena fue testigo de una noche que quedará en los libros de historia, aunque con un sabor agridulce para los aficionados que esperaban un espectáculo inolvidable.