Fredy Guarín ventila detalles de su lucha por una nueva vida: “Me tocó pedir ayuda”

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Fredy Guarín, recordado volante en la Serie A y la Selección Colombia, viene superando una situación muy complicada en lo personal. Su retiro no fue el ideal, esto por todas las dramas que debió pasar al lado de sus seres queridos. Por ahora, el exjugador empieza a ver la luz y está avanzando en su proceso de rehabilitación.

Tres años después de una serie de dificultades, Guarín reside en Miami y se ha mostrado muy activo en sus redes sociales, difundiendo nuevas rutinas y un estilo de vida más saludable en comparación con años anteriores. Además, en declaraciones al medio italiano ‘La Gazzetta dello Sport’, reveló detalles de cómo ha sido este camino para él, lleno de vicisitudes, pero con un presente muy enriquecedor.

“Trabajo todos los días para ahuyentar esos fantasmas y volver a ser mi antiguo yo. Después de que dejé de jugar en 2021, inicié un camino difícil, tomé encrucijadas equivocadas y me consumí con el alcohol. No tuve límites durante mucho tiempo”, indicó de entrada Guarín acerca de su retiro, tras formar parte de Millonarios en su regreso al campeonato doméstico.

“Me gasté el alma, pero cuando me di cuenta de que estaba perdiendo el control, dije ‘basta’. La adicción es cosa del pasado, pero sigue escondida a la vuelta de la esquina (…) El alcohol siempre será un oponente difícil de regatear, digámoslo así, de esos que intentan ponerme en problemas, pero estoy trabajando en mí, mi nueva vida y mi salud. Todo por mis hijos y por quienes me rodean”, complementó.

“Lo mío durante 20 años fue entregarme al fútbol y es lo que sé hacer. Tampoco me preparé para otras cosas. Quedé casi desamparado y tomé decisiones que no fueron buenas. (…) Llegó un punto en el que ya no podía más seguir con esa forma de vida y me tocó pedir ayuda porque lo intenté varias veces, pero había recaído. Me tocó rendirme y entregarme a mi ser superior, a unos profesionales con los que estoy trabajando para poder remediar muchas cosas”, profundizó Guarín, quien jugó en el Inter de Milán.

Su camino fue proyectarse, al lado de su familia y en especial sus hijos, para dejarse ayudar y escapar de ese camino difícil. Expresó que “ya le tocó la puerta” al diablo y no fue lo mejor. Por otro lado, decidió no hablar respecto a sus aparentes intentos de suicidio en el pasado.

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