Novena a la Virgen de Fátima 2024: ¿Cuándo se festeja y qué se hace por día?

Publicado

Esto es todo lo que debe saber sobre la novena a la Virgen de Fátima.

Colombia se caracteriza por tener muchos privilegios, pero también por sus creencias. La religión es un punto clave para muchos ciudadanos. Más cuando se acercan fechas especiales. Y una de esas en el calendario es la celebración a la Virgen de Fátima. Mayo es un mes especial para algunos fieles, por lo que si usted está interesado en unirse a estas fiestas, lo invitamos a repasar esta guía completa.

¿Cuándo es el día de la Virgen de Fátima?

Cada 13 de mayo se celebra el día de la Virgen de Fátima. Con base a testimonios, en 1917, en Fátima, Portugal, la Virgen María se les apareció a tres niños, contacto en el que ella impartió mensajes de paz, penitencia y oración, así como también revelaciones del futuro. Curiosamente, en Colombia este día será festivo.

¿Cómo se celebra a la Virgen de Fátima en Colombia?

Si bien no habrá una jornada católica especial, sí que se puede llevar a cabo una novena con el propósito de hacerle llegar las peticiones más importantes a la Virgen.

Guía para Novena de la Virgen de Fátima: oraciones

Tal y como la novena navideña, a la Virgen de Fátima también se le puede realizar un ritual para aumentar la fe y no caer en tentaciones. Es por esa razón que le traemos el paso a paso de cómo llevar a cabo este ejercicio y también cada oración de día. Recuerde que puede acompañar cada oración con un padre nuestro, un Avemaría y un Gloria.

  • Oración, día 1

¡Oh santísima Virgen María, madre de los pobres pecadores!, que apareciendo en Fátima, dejaste transparentar en vuestro rostro celestial una leve sombra de tristeza para indicar el dolor que os causan los pecados de los hombres y que con maternal compasión exhortaste a no afligir más a vuestro hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la penitencia. Dadnos la gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas las ofensas que se infieren a vuestro divino hijo y a vuestro corazón inmaculado”.

  • Oración, día 2

¡Oh santísima Virgen María, Madre de la divina gracia, que vestida de nívea blancura te apareciste a unos pastorcitos sencillos e inocentes, enseñándonos así cuánto debemos amar y procurar la inocencia del alma, y que pediste por medio de ellos la enmienda de las costumbres y la santidad de una vida cristiana perfecta. Concédenos misericordiosamente la gracia de saber apreciar la dignidad de nuestra condición de cristianos y de llevar una vida en todo conforme a las promesas bautismales”.

  • Oración, día 3

¡Oh santísima Virgen María, vaso insigne de devoción!, que te apareciste en Fátima teniendo pendiente de vuestras manos el santo Rosario, y que insistentemente repetías: «Orad, orad mucho», para alejar por medio de la oración los males que nos amenazan. Concédenos el don y el espíritu de oración, la gracia de ser fieles en el cumplimiento del gran precepto de orar, haciéndolo todos los días, para así poder observar bien los santos mandamientos, vencer las tentaciones y llegar al conocimiento y amor de Jesucristo en esta vida y a la unión feliz con él en la otra”.

  • Oración, día 4

¡Oh santísima Virgen María, reina de la Iglesia!, que exhortaste a los pastorcitos de Fátima a rogar por el Papa e infundiste en sus almas sencillas una gran veneración y amor hacia él, como Vicario de vuestro hijo y su representante en la tierra. Infunde también a nosotros el espíritu de veneración y docilidad hacia la autoridad del Romano Pontífice, de adhesión inquebrantable a sus enseñanzas, y en él y con él un gran amor y respeto a todos los ministros de la santa Iglesia, por medio de los cuales participamos la vida de la gracia en los sacramentos”.

  • Oración, día 5

¡Oh santísima Virgen María, salud de los enfermos y consoladora de los afligidos!, que movida por el ruego de los pastorcitos, obraste ya curaciones en vuestras apariciones en Fátima, y habéis convertido este lugar, santificado por vuestra presencia, en oficina de vuestras misericordias maternales en favor de todos los afligidos. A vuestro corazón maternal acudimos llenos de filial confianza, mostrando las enfermedades de nuestras almas y las aflicciones y dolencias de nuestra vida. Echad sobre ellas una mirada de compasión y remediadlas con la ternura de vuestras manos, para que así podamos serviros y amaros con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser”.

  • Oración, día 6

¡Oh santísima Virgen María, refugio de los pecadores!, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar incesantemente al señor para que esos desgraciados no caigan en las penas eternas del infierno, y que manifestaste a uno de los tres que los pecados de la carne son los que más almas arrastran a aquellas terribles llamas. Infundid en nuestras almas un gran horror al pecado y el temor santo de la justicia divina, y al mismo tiempo despertad en ellas la compasión por la suerte de los pobres pecadores y un santo celo para trabajar con nuestras oraciones, ejemplos y palabras por su conversión”.

  • Oración, día 7

¡Oh santísima Virgen María, reina del purgatorio!, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar a Dios por las almas del purgatorio, especialmente por las más abandonadas. Encomendamos a la inagotable ternura de vuestro maternal corazón todas las almas que padecen en aquel lugar de purificación, en particular las de todos nuestros allegados y familiares y las más abandonadas y necesitadas; alíviales sus penas y llévalas pronto a la región de la luz y de la paz, para cantar allí perpetuamente vuestras misericordias”.

  • Oración, día 8

¡Oh santísima Virgen María!, que en vuestra última aparición te diste a conocer como la Reina del Santísimo Rosario, y en todas ellas recomendaste el rezo de esta devoción como el remedio más seguro y eficaz para todos los males y calamidades que nos afligen, tanto del alma como del cuerpo, así públicas como privadas. Infundid en nuestras almas una profunda estima de los misterios de nuestra redención que se conmemoran en el rezo del Rosario, para así vivir siempre de sus frutos. Concédenos la gracia de ser siempre fieles a la práctica de rezarlo diariamente para honraros a vos, acompañando vuestros gozos, dolores y glorias, y así merecer vuestra maternal protección y asistencia en todos los momentos de la vida, pero especialmente en la hora de la muerte”.

  • Oración, día 9

¡Oh santísima Virgen María, madre nuestra dulcísima!, que escogiste a los pastorcitos de Fátima para mostrar al mundo las ternuras de vuestro corazón misericordioso, y les propusiste la devoción al mismo como el medio con el cual Dios quiere dar la paz al mundo, como el camino para llevar las almas a Dios, y como una prenda suprema de salvación. Haced, ¡oh Corazón de la más tierna de las madres!, que sepamos comprender vuestro mensaje de amor y de misericordia, que lo abracemos con filial adhesión y que lo practiquemos siempre con fervor; y así sea vuestro corazón nuestro refugio, nuestro consuelo y el camino que nos conduzca al amor y a la unión con vuestro hijo Jesús”.

Te puede interesar