* La firma de Nicolás Flórez Parra
La dinámica de este espacio de opinión tiene la ventaja de que hay mucho material de dónde agarrarse. El 2023 dejó hechos que parecerían sacados de la mente de Gabriel García Márquez, pero que fueron tan ciertos como inexplicables. Al fin y al cabo, de eso se trata el realismo mágico y en eso Colombia es una tierra experta. El país del Sagrado Corazón.
No estoy conforme. Los incansables esfuerzos que se hicieron desde este lado por mejorar algunas situaciones o, por lo menos, despertar un poco la reflexión de lo jodido que es (sobre)vivir en Latinoamérica fueron insuficientes. Los relatores y analistas siguen jactándose de decir “gol en contra” cuando quieren referirse a un autogol, la niña del lenguaje enredado y el ritmo atropellado se atraganta con el infame invento del tal ‘trivote‘, el arbitraje sigue siendo tan desastroso como sospechoso, las entidades rectoras del deporte continúan como un circo… en fin, casi todo es igual.
Pero no todo ha sido en vano. La buena acogida que tuvo cierta publicación por parte de los colegas periodistas ayudó a que el ladronzuelo de noticias empezara a regalarle al mundo el gran favor del crédito, aunque siga inventándose información con tal de ganar aplausitos y seguidores en redes sociales. Es probable que sus patrones le hayan hecho el debido reclamo. También pudimos celebrar con champaña el tan merecido descenso del Atlético Huila y la permanencia del Cúcuta Deportivo en la B. También se logró aterrizar después de tantos años el inflado ego que tenía orbitando a James Rodríguez en una dimensión desconocida. Sé que eso último seguramente no fue gracias a estas columnas, pero acá se cumplió con darle palo y reconocerle sus méritos.
No hay afán por hablar mucho más, pues el 2024 tiene ya tópicos de sobra para alimentar a Desde el 3er mundo. El clamor por un cambio de formato en el fútbol profesional colombiano no se va a dar, salvo que las instancias semifinales serán a modo de llaves de eliminación. El macabro ideal de un cambio en la regla del fuera de juego seguirá tomando fuerza. Es muy probable que todo vaya a peor.
Así, después de 28 semanas semanas ininterrumpidas publicando sagradamente cada lunes, este espacio toma un receso. Solamente queda tomar aire y recargar fuerzas para los retos, los disgustos, los cambios y las despedidas que el año entrante traiga. El respeto y el honor no se negocian. Que siga rodando la pelota.
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