Día de los inocentes en el fútbol colombiano: estos fueron los ridículos de 2024
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Cada 28 de diciembre se celebra en Colombia el día de los Santos Inocentes. Aunque el origen de esta festividad es religioso, en los países latinoamericanos ya es una tradición que esta fecha se usa para jugar bromas y recordar momentos graciosos del año que está por terminar.
El 2024 dejó momentos para el fútbol colombiano que son de no creer. El balompié ha resultado ser un fiel reflejo del país inaudito en el que se vive, donde suceden las cosas más insólitas, el Macondo de Gabriel García Márquez… en resumidas cuentas, Colombia sí es el país del Sagrado Corazón. Aquí, la recopilación de los hechos más ridículos del año en un intento de orden cronológico.
¿Palestino es el comodín?
Millonarios jugó la Copa Libertadores desde la fase de grupos. Compartió zona con Flamengo de Brasil, Bolívar de Bolivia y Palestino de Chile. Ante la gran nómina del Mengao y la altura de La Paz, muchos pensaron que el rival más sencillo para el Embajador era el cuadro Árabe.
El pensamiento se esparció con más fuerza por la afirmación del periodista Antonio Casale, pero la realidad fue muy distinta y el conjunto bogotano terminó último. Hasta el mismo equipo chileno hizo risas con quienes se atrevieron a menospreciarlo antes de tiempo.
La pólvora de la barra de Santa Fe en la final
Santa Fe fue subcampeón del 2024-I al perder la final contra Atlético Bucaramanga. El mal presagio empezó con una versión del periodista Rafael Cifuentes, quien aseguró que La Guardia Albirroja Sur, barra del cuadro Cardenal, estaba armando una fiesta sin precedentes. Advirtió a todos de estar preparados para un espectáculo sin igual en El Campín para la salida del equipo, pero un par de cohetes, unos rollos de papel y unas belgalas en medio de una lluviosa noche terminaron por decepcionar a más de uno.
Además del dolor de perder un título, la barra se vio en la obligación de dar explicaciones públicas por lo sucedido, pues habían hecho una recaudación de dinero que no se vio justificada. Al día de hoy, el misterio de la pólvora no se ha resuelto.
El robo de la medalla a Carlos Henao en Bucaramanga
Atlético Bucaramanga regresó a su ciudad en medio de una alegría inmensa por haber conseguido su primer título de Liga. Todo el departamento se vistió de fiesta para recibir a sus héroes en un operativo con caravana que duró casi ocho horas hasta poder llegar al Estadio Alfonso López. Allí, los miembros del equipo fueron condecorados.
Todo parecía marchar con tranquilidad hasta que un aficionado identificado como Sebastián Luna pasó por detrás del defensor Carlos Henao y, al mejor estilo de un raponero quirúrgico, desabrochó de su cuello la medalla que le había entregado la ciudad. El hombre emprendió la huida, pero tuvo la grandiosa idea de compartir la fechoría por redes sociales, lo cual permitió a la Policía dar con su ubicación en un municipio cercano y recuperar el objeto robado.
¿Cómo le vas a dar una camiseta de Santa Fe a Falcao?
Una de las grandes noticias que dio el fútbol colombiano este año fue el fichaje de Radamel Falcao García por Millonarios, el equipo del cual es hincha. Había un sueño común entre el delantero, el club y la afición para que el Tigre se vistiera de azul a mediados de junio. A pesar de la incredulidad de muchos, el acuerdo se dio y hoy están con miras a una posible renovación de contrato.
Para ese momento del fichaje, Falcao llevaba dos semanas en Bogotá, acudiendo a varios eventos promocionales y entablando las conversaciones con Millonarios. En una de las conferencias a las que asistió, el jugador vivió un momento más que incómodo. Un periodista llamado Nicolás Suárez lo abordó con una camiseta de Santa Fe, otro equipo de la capital del país, y le dijo que se la quería regalar, recordando que Radamel García King, padre del Tigre, había jugado para el Cardenal.
Falcao, fiel a su esencia y don de gente, respondió con una sonrisa, recibió la prensa y procedió a doblarla rápidamente para que se notara lo menos posible en sus manos. Aunque varios fotógrafos le pidieron al futbolista que accediera una fotografía con la camiseta de Santa Fe, él hizo el amague veloz para retirarse del sitio sin ser grosero. A hoy nos seguimos preguntando: ¿cómo le vas a dar una camiseta de Santa Fe a Falcao?
El bombazo de Santa Fe
Si ya habíamos mencionado al periodista Rafael Cifuentes y lo volvemos a hacer, no es nada contra él. Solamente entendemos que tuvo la mala fortuna de ser uno de los protagonistas de dos inocentadas en el 2024. Ya con el antecedente de la apoteósica salida de la barra para Santa Fe en la final, que no sucedió, el comunicador entró en otra situación de la dimensión desconocida.
Advirtió a propios y extraños de un bombazo que paralizaría el mercado de fichajes en Colombia con un jugador de altísima calidad que reanimaría el sueño de ganar el título. ¿Será Haaland? ¿Acaso viene Julián Álvaréz? ¿Si somos medidos nos vale James Rodríguez? ¿Podría ser Messi?
Todas esas son incógnitas sin respuesta. Lo cierto es que el club Cardenal terminó anunciando a jugadores como Jhon Duque, Vladimir Hernández y Ómar Albornoz, siendo este último el único que tuvo un gran desempeño en el segundo semestre del año. Santa Fe tuvo una primera fase muy buena, pero se estrelló durísimo en los cuadrangulares. No hubo bombazo para ilusionar.
La final de Copa América… ¡qué horror!
“Si había una copa América ganable, era esta”, dirían algunos. La Selección Colombia hizo un gran papel en el torneo continental jugado en Estados Unidos y dio muestras de un gran proyecto invicto para llegar hasta la final contra la siempre complicada Argentina.
El día de la final pasó de todo: cambiaron las reglas del fútbol para que Shakira tuviera más tiempo en su presentación del intermedio, se presentaron desmanes en los ingresos y todo lució en forma de caos. Hasta Ramón Jesurun, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, terminó encarcelado en Miami por un altercado con un oficial de seguridad.
Lo que son los presagios. Nada podía ‘malir sal’ aquel día si ya estábamos contando con el inigualable show más futbolero del planeta a cargo de Karol G y Feid (sarcasmo, para el que no entienda). Con esa música es imposible que un equipo salga blandito al campo y pierda una final en la que estuvo más pendiente de bailar que de jugar a la pelota (guiño, guiño).
Ricardo Gareca y Arturo Vidal llegan a América de Cali
¿Cómo así que Gareca y Vidal van a jugar en América de Cali? Pues sí. Eso fue lo que se dio como posibilidad y que prendió la ilusión Escarlata por ver a un equipo exitoso en el Pascual Guerrero durante el segundo semestre de 2024. Hasta el mismo Tulio Gómez, accionista mayoritario, alentó las versiones y aseguró estar en negociaciones.
Alguna marca se subió en el bus antes de tiempo y aprovechó todo el escándalo mediático para hacer mercadeo a punta de un par de movimientos irrealizables. El técnico argentino y el jugador chileno se fueron por otros rumbos, mientras que se alistaba el regreso de Jorge Da Silva a América.
Casi estafan a América de Cali
¿Recuerdan una cosa llamada Grupo Caltac? Bueno, pues un anuncio más que sorpresivo sacudió a América de Cali a mediados de julio. En palabras de Tulio Gómez: “Es un grupo que quiere invertir en América y va a capitalizar, va a pagar deudas y va a poner un capital para mejorar el performance de los jugadores. La idea es subir el nivel, ser protagonistas siempre y tener un mejor desempeño en Copa Libertadores”.
Hasta hubo palabras de los supuestos inversionistas en medio de comunicación. Lo que llamaba la atención era que al buscar información sobre esa compañía, la información que aparecía era escasa. Entre lo poco, había un video creado a partir de un banco de imágenes que solamente serviría para engañar a un niño. Al club Escarlata casi lo estafan y quedó retratado en el comunicado que se emitió:
Rafael Márquez venía a Atlético Nacional
En este medio ya se hizo alguna vez una columna sobre un personaje indeseable de los medios de comunicación. Nombrarlo solamente sería darle más relevancia a un mequetrefe que vive de los ingenuos y que asegura saberse todas las noticias de fichajes. Sin embargo, la realidad es que las que no sabe, se las inventa, y las que no se inventa, pues se las roba.
Más vergonzoso fue escuchar un audio en el que intentaba atar cabos sobre el que sería el nuevo director técnico de Atlético Nacional. En un acto irresponsable y asqueroso, se le oía decir algo como: “A ver, si es mexicano, si estuvo en selección y si recientemente estuvo por Europa… ¡ay! ¿Será Rafael Márquez? ¡Qué carajo! ¡Yo digo que es Márquez!“.
En su afán de seguir ganando adeptos a partir de la masa de imbéciles de las redes sociales, soltó su gran bombazo. Los que tuvimos mesura para esperar, porque no nos cuadraba que Márquez fuera a dejar su cargo en la Federación Mexicana de Fútbol, además en un momento donde estaba opcionado para dirigir al Barcelona, nos libramos del ridículo. Se trataba de Efraín Juárez, técnico que nunca había dirigido. Acuérdense siempre: el que cree en él, sí erra.
La configuración del televisor
Si hay algo que molesta a los televidentes más que un montón de repeticiones de la misma jugada que impide ver el desarrollo del partido es una mala imagen. Una de las críticas más repetidas que se le ha hecho al canal Win Sports, licenciatario de los derechos de televisión del fútbol colombiano, es que la colorización hace ver el campo de los estadios como si fuera la plantación de Tomacco radioactivo de la familia Simpson.
En un intento por tener la razón, Andrea Guerrero, periodista que asumió la presidencia del canal hace unos meses, decidió publicar un video a modo de tutorial en el que aseguraba que ese efecto fosforescente se daba por culpa de una mala configuración de imagen de los televisores en cada hogar y establecimiento. Los memes fueron en masa y por varias semana invadiendo las redes sociales. Hasta algún usuario de televisión análoga se preguntó cómo le configuraba el color al maldito aparato. Aquí, el paso a paso:
Independiente Medellín amenaza con ir al TAS por un lío ajeno
Una de las imágenes más reprochables que se vio en la Liga BetPlay Dimayor 2024-II fueron los hechos de violencia en el Estadio Atanasio Girardot en un partido entre Atlético Nacional y Junior. Las evidentes fallas de la logísticas condujeron a que hubiesen aficionados apuñalados dentro del escenario deportivo y que el miedo se apoderara de las familias que acudieron a ver un espectáculo.
La situación terminó dándole al Tiburón los tres puntos bajo la luz de los reglamentos, a pesar de estar abajo en el marcador cuando el partido se suspendió y se dio por terminado. Sin embargo, la inocentada la cometió Independiente Medellín varias semanas después. Llegó con opciones de clasificar a los cuadrangulares en la última jornada de la primera fase, pero terminó por darse cuenta que se quedó por fuera, en parte, por aquellos puntos otorgados en el escritorio a Junior.
Dando patadas de ahogado, amenazó con acudir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para hacer frenar la competencia y que se le quitaran las unidades al cuadro barranquillero. Todo apunta a que las ganas se le quitaron al club Poderoso cuando se enteró de la cantidad de francos suizos que debía abonar para que la corte aceptara el caso y empezara a tramitarlo…
Dieron por descendido a Patriotas antes de tiempo
Y volvemos al bendito afán. Por las ganas de muchos periodistas y medios de comunicación de dar la noticia primero, publicaron de manera acelerada que Patriotas ya estaba descendido a la segunda división, puesto que el promedio de puntos máximo que podía alcanzar ya no le daba para salir de las últimas dos posiciones.
Sin embargo, a estos les faltó consultar el reglamento antes de aventurarse con semejante afirmación. Las reglas de la competencia eran muy claras al decir que el promedio únicamente contemplaba las unidades y dos decimales truncados, es decir, dos dígitos después de la coma. Luego de eso, venían criterios de desempate, donde la sumatoria de puntos de las primeras fases de los dos semestres del 2024 era el que prevalecía.
Aunque en varios medios, incluido este, se hicieron artículos explicando cómo se definía el descenso en Colombia antes de que se presentara esa situación, pudo más la masa de idiotas en redes sociales con su desinformación. César Guzmán, presidente de Patriotas, fue el encargado de salir a desenmascarar la ignorancia. Al final, su equipo sí perdió la categoría, pero no como ni cuando tantos creían.
Los de Atlético Nacional dijeron que el campeonato estaba amañado para Falcao
Atlético Nacional ganó la Liga BetPlay Dimayor 2024-II, pero lo hizo llorando. Sí, fue un título en el que optó por la vieja estrategia política de la cortina de humo para desviar la atención de sus errores y hacer recaer la culpa sobre otros. Si eso resta mérito o no, es otra discusión, pero sucedió. Tirar la piedra y esconder la mano fue la mejor manera de caldear los ánimos.
Está claro que la principal batalla por un cupo a la final la dio el Verdolaga contra Millonarios. Radamel Falcao García fue la contratación más importante del fútbol colombiano de este año y, aunque las lesiones lo mantuvieron varias semanas por fuera, empezó a despuntar en el tramo final del campeonato del segundo semestre. Se dio la situación en la que generó un penalti y convirtió para un empate que valía oro en Medellín durante los últimos minutos.
Sin embargo, los que no quieren aceptar ni con evidencias claras una realidad, inventaron con su palabra favorita, polémica, todo un caso sobre lo que había determinado el arbitraje con ayuda de la tecnología del VAR. Al sol de hoy todavía siguen manifestando su inconformismo con el término de pie virtual, pero no se han tomado el trabajo de averiguar a qué se refiere y por qué se debe marcar así dentro del sistema tecnológico.
Cuando los audios reveladores de la Comisión Arbitral, que solamente salen cuando está claro que el árbitro estaba en lo correcto, los dejaron con la boca cerrada, pues encontraron otra teoría conspirativa: que el campeonato estaba amañado porque Dimayor quería que Falcao fuera campeón con Millonarios. Y, bueno, ahí está la realidad. Nacional fue el campeón. ¿Y entonces? Un título se celebra durante uno o dos meses, pero de un ridículo así no se vuelve jamás.