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Ya han pasado varios meses desde que la repentina salida de Juan Fernando Quintero del Junior de Barranquilla conmocionó al fútbol colombiano. El zurdo había llegado al Tiburón como el fichaje estrella y las diferencias que tuvo con Hernán Darío Bolillo Gómez, director técnico de ese momento, lo hicieron dar un paso al costado.
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Quintero fue a parar en Racing de Avellaneda, equipo donde ha vuelto a tener brillo y protagonismo como en otras épocas. Ya habiendo sido eliminado por Rosario Central en la Copa de la Liga Argentina, el colombiano se animó a hacer un repaso por su vida y su carrera. Fue en medio de una entrevista con Clanck! que recordó con cierta amargura su salida del Junior.
“Hace poco me pasó algo en Colombia y sufrí mucho con algo personal. Yo estaba en Junior y tuve un problema… no un problema con un entrenador, sino que pasaron situaciones personales donde no me sentí bien y tuve que salir a hablar. Por el orgullo y lo que es uno como ser humano no tiene que dejar tampoco que pase”, comenzó relatando.
“Hay una historia y a mí me ha costado mucho. Un tipo no me va a venir a desprestigiar ni a bajarme el dedo. Está equivocado. Mi espíritu, mi personalidad y mi carácter son innegociables con el que quiera. Es un entrenador de Colombia al que yo admiraba mucho y que respeto como ser humano. Él dijo palabras en las que me expuso y me faltó al respeto. Tuve que salir a decir lo que yo sentía“, rememoró.
Quintero no esconde que todavía le duele ese asunto: “Fue una decepción terrible y fueron ocho días muy difíciles en mi vida. Todavía tengo que trabajarlo porque me saca cosas malas. Tengo que sanarlo de a poco porque no lo olvido. Me costó porque he sido muy respetuoso y prolijo con códigos del fútbol, pero, con personas que se dejan llevar de su ego y su orgullo, también voy. Todos tenemos que defendernos en algún momento de la vida con argumentos“, recalcó.
“Uno sana, pero no olvida. Para mí fue muy triste porque yo la admiraba mucho. Él sabe quién es, es el entrenador Bolillo Gómez. Por la amistad que tengo con el hijo, que lo amo, Dani es mi amigo, pasaron ese tipo de cosas. Yo creo que es muy triste porque somos de la misma tierra y me sentí traicionado. Respeto mucho a Hernán Darío, aunque nunca jugué y solamente estuve en dos partidos amistosos. No me transmitió nada y no tengo nada qué decir de él como entrenador“, concluyó.