A Millonarios le basta con la jerarquía para ser finalista: las claves del empate ante el Cúcuta

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Juan Pablo Vargas despeja el balón. | VizzorImage

Dicen que nadie es profeta en su tierra. Y Alberto Gamero puede decirlo con orgullo. Este domingo Millonarios no sólo avanzó a su segunda final consecutiva de la Copa Colombia, sino que dejó en claro que hay que saber sufrir para tocar el éxito. No hubo una sinfonía. Tampoco jugadas colectivas que dejaron boquiabierto a uno, pero el espíritu competitivo de Daniel Ruiz, que sólo horas atrás había aterrizado de los Juegos Panamericanos, permitió conectar a toda la plantilla para verse las caras con Atlético Nacional nuevamente… y con otro título en juego..

Un Cúcuta atrevido, pero sin mordida

Matar al león y correrle al cuero. Eso le terminó sucediendo al Cúcuta en el General Santander. Un tempranero gol del joven Peralta encendió la llama de la remontada. Inclusive, por momentos se dejó ver a un Millonarios pálido y sin norte. Pero el equipo ‘Motilón’ apretó, mas no asfixió, y ante un grande es pecado mortal.

Daniel Ruiz nació para jugar en Millos

Lo de Daniel Ruiz y Millonarios no tiene punto de comparación. Han nacido para caminar juntos de la mano. A pesar de la fallida experiencia en Brasil, cuando el bogotano se pone la azul se ‘transforma’. Ni siquiera le sucedió con la ‘Tricolor’ en los Panamericanos, en donde fue el ojo del huracán. Su bombazo metió al ‘Embajador’ a una nueva final.