Al Deportivo Cali le gusta jugar con fuego: las claves de la derrota ante el Pasto

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Es una pesadilla eterna. Pero estar en una situación con el descenso respirando en la nuca también es por error propio. Y Deportivo Cali lo sabe muy bien. Ni es de hoy ni de hace seis meses. Y tarde o temprano los nervios comienzan a hacer de las suyas, llegando al punto de cometer errores no forzados, tales como los hechos ante el Deportivo Pasto, que supo sufrir, pero también supo conquistar una plaza que cada vez suma más fantasmas. Cali sigue jugando con fuego, y el sufrimiento parece que tardará un poco más en irse.

No es que sea un equipo predecible. Es que el Cali simplemente no mete miedo a sus rivales. El que va le pinta la cara, y más cuando es el mismo conjunto vallecaucano el que se empuja al abismo. En esta ocasión, una infantil infracción dentro del área de Jonathan Marulanda le permitió al Pasto inflar con aire su camiseta, y el encargado de romper el cero fue Daniel Moreno. A partir de ahí, los ‘espantos’ hicieron su arribo al escenario deportivo.

Tan opaca fue la primera mitad del Deportivo Cali que Hernán Torres agitó el tablero para la parte complementaria. Pero la luz no se veía al final del túnel. Ni siquiera una chispa. Pudo verse algo tras la expulsión de Víctor Mejía a los 68’, pero siete minutos después el que se fue a la ducha fue Yulián Gómez… ratificando que el elenco verdiblanco es experto en pegarse tiros al pie.

Diego Chávez baja el telón

Por el todo o nada. La frase que aplican aquellos clubes que no tienen un norte. Mucho menos un ADN. Pero el Cali recibió un latigazo mortal. Jugado al ataque, el Pasto aprovechó los espacios y fue Diego Chávez el encargado de cerrar el telón. Una bonita definición rasante para sellar el 0-2 y hacer explotar la tribuna local.

Buenos nombres, pero…

Puede ser un caso de estudio lo del Cali. Pero también llama la atención que no son nombres del montón con los que cuenta Hernán Torres. Experiencia sobra, sobre todo, en una situación límite como es la del descenso. Pero al vehículo le continúa faltando combustible, y de no ser porque Jaguares y Patriotas hacen todo lo posible por descender, el panorama sería mucho más complicado para el azucarero.

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