Álvaro Montero cierra las bocas de sus críticos en Millonarios y la Selección Colombia

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Álvaro Montero, en un entrenamiento de Millonarios. - @MillosFCoficial.
Álvaro Montero, en un entrenamiento de Millonarios. – @MillosFCoficial.

Que si David Ospina, que si Kevin Mier, que si Devis Vásquez. Ninguno de ellos. Álvaro Montero es el segundo portero de la Selección Colombia y está demostrando por qué. Sus actuaciones con Millonarios vienen siendo determinantes para el gran momento del equipo en la Liga BetPlay Dimayor 2024-II, en la que el conjunto bogotano está líder del cuadrangular y con grandes posibilidades de avanzar a la final.

Las estadísticas del guardameta hablan por sí solas. Ha estado en 15 partidos de liga en este segundo semestre de 2024 y solamente ha recibido seis goles. Esto equivale a que, en promedio, el guajiro permite un gol cada 225 minutos, lo cual se traduce exactamente en dos partidos y medio. Toda una garantía de confianza y seguridad.

Como si el dato anterior no fuera lo suficientemente bueno ya, Montero es el guardameta con más vayas invictas en este 2024-II con 10. Sin embargo, esta cualidad no es nueva: ya en 2022 el arquero de Millonarios había obtenido el récord mundial del año en ese aspecto entre todos sus colegas de primera a tercera división con 23. ¡Una bestialidad!

Opinión: ¿dónde están los críticos de Montero?

Esa pregunta puede resultar todo un misterio. Hasta hace solamente unos meses, habías bastantes voces que pedían a gritos que Álvaro Montero no fuera tenido en cuenta por Néstor Lorenzo para las convocatorias de la Selección Colombia. La base de su argumento eran un par de errores que cometió con Millonarios, porque la realidad es que en la Tricolor no ha tenido oportunidad, más allá de un juego contra Uruguay cuando le tocó entrar para un penalti en contra tras la expulsión de Camilo Vargas.

¿Acaso qué portero nunca se ha equivocado? Lo grave sucede cuando hay una incapacidad de corregir. Aquellos fallos del guardameta Embajador no se dieron en salidas en falso a cortar balones aéreos, por dejar descubierto el primer palo ni quedarse parado viendo cómo la pelota le pasaba por las narices, sino que se hizo líos cuando le devolvieron la pelota. De cualquier modo, eso parece ser tema del pasado y ahora se ve a un Montero práctico, que si tiene que reventar, pues lo hace sin sonrojarse.

Los críticos radicales argumentaban débilmente, incapaces de deslindarse de un color de camiseta de club, que había otros con más habilidad y méritos para estar en el combinado nacional. Los nombres que más proponían eran los del exportero de Atlético Nacional Kevin Mier y el del Empoli de Italia Devis Vásquez. Lo curioso de caso es que no pedían la cabeza de Ospina, sino la del golero albiazul. Es que disimular es complicado.

Esos mismos olvidaron un aspecto fundamental para la posición más sensible del campo: la ascendencia. Borraron por completo de su memoria todos los años que Vargas tuvo que esperar por su oportunidad ante la presencia de la mejor versión de David Ospina. Ahora mismo, Montero está en el mismo proceso de paciencia para cuando llegue su turno y, en honor a la justicia, eso está bien.

¿Entonces dónde están? Pues debajo de una piedra, en una cueva tal vez. Lo más importante es que Montero está en un momento pletórico, haciendo gala de sus buenas condiciones y demostrando que es pieza fundamental en la campaña de Millonarios. También que lo está haciendo bajo la mirada contante de Néstor Lorenzo y Luis Amaranto Perea, que se acercan constantemente a El Campín para observar a su segundo portero.

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