América de Cali: lo que comienza con el pie izquierdo no tiene arreglo
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“Lo comienza mal, termina mal”… América de Cali es otro ejemplo par definir esta frase. Las malas decisiones en enero, condenaron al equipo a una eliminación temprana de la Liga Betplay. Algo que nadie esperaba y más cuando habían contratado a César Farías -en reemplazo de Lucas González- para que ganara un título. Ya que el entrenador anterior no daba esa garantía. Por eso lo sacaron de la institución, cinco días antes del debut ante Águilas Doradas en Cali.
Cambiar lo bueno que se había logrado con Lucas González por un arrebato, tiene como resultado todo lo que pasó este semestre. Llegó un entrenador que no conocía al equipo y que en pocos días tenía que hacer milagros. Teniendo en cuenta que el calendario iba a estar apretado por la Copa América. Una muestra sencilla que la dirigencia Escarlata no sabe de fútbol y desconoce todo lo que pasa alrededor de este deporte. Tan fácil, que la única vez que se asesoraron, fueron campeones dos veces y de manera consecutiva.
Al América le costó montones entender lo que quería César Farías. Perdió muchos puntos en casa y afuera de ella era un equipo lleno de miedo. Sólo tuvo dos partidos “buenos” en el semestre y con eso le alcanzó para ilusionarse con una entrada a las finales de la Liga Betplay. Ni hablar del duelo tan mal planteado en Barranquilla contra Alianza FC en el que se jugaba el ingreso a la Copa Sudamericana.
No se cumplieron los objetivos. América estuvo lejos de lo que se vio en 2023 con Alexandre Guimaraes y Lucas González. Dos entrenadores que también llegaron sobre la marcha y sin la posibilidad de sumar refuerzos. Por menos, los sacaron. Sí, ambos pecaron en los cuadrangulares, pero daban espectáculo. Menos mal, con esta dirigencia, no llegó Ricardo Gareca. Quién sabe con qué le salía, más adelante, esta dirigencia especialista en fiascos y en promesas que se esfuman como el viento.
¿Qué debe pasar en América?
En otro momento y desde esta tribuna se hubiera pedido la continuidad del entrenador. Con él, no. Demostró una vez más que no está preparado para dirigir equipos grandes. Siempre que le tocó salir a buscar el resultado, se volvió un ‘ocho’. Como le pasó con Venezuela en la Eliminatoria Brasil 2014, en la Copa América 2011; en los cuadrangulares con Águilas Doradas y sus otras experiencias en el exterior. Fue campeón con Aucas, un chico de Ecuador que cualquier punto que sume es ganancia. Si queda eliminado de cualquier competición, no pasa nada. Además, no conoce la nómina. No la conoció en cuatro meses.
Después del partido con Once Caldas, los jugadores de América entrarán a vacaciones. A esa altura, ya debería tenerse el nuevo nombre, así le da tiempo de trabajar y de conocer la nómina. Imponer su estilo y dejar al equipo como un reloj. Que todo el plantel y las incorporaciones, puedan hacer una pretemporada a la altura para evitar las lesiones.
Por último, que haya una evaluación rigurosa entre los socios y miembros de la junta directiva sobre el desempeño y las pésimas decisiones que tomó la presidenta del equipo, Marcela Gómez. América no es para hacer pasantías ni para sumar horas para la pensión. Ella debe asesorarse con los mejores, armar una nómina competitiva y traer un entrenador ganador con el que se pueda armar un proyecto largo y no estar en las mismas cada seis meses.