Beckham Castro tiene el toque mágico: las claves del triunfo de Millonarios sobre Junior

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Beckham Castro celebra el gol. - Vizzor Image.
Beckham Castro celebra el gol. – Vizzor Image.

Un equipo diezmado por las bajas de jugadores que fueron citados a las Selecciones Colombia fue el que presentó Millonarios en este duelo clave. El minuto de silencio en honor a Gustavo Serpa Mendoza, padre del directivo homónimo del club Embajador antecedió a la fiesta del fútbol en El Campín. La altura era un gran factor para observar en el rendimiento de Junior.

A pesar de tener a Jorge Arias disponible y en el banquillo, Alberto Gamero se decidió por Samuel Asprilla en el lateral derecho. Este jugador de la cantera recibió otra oportunidad para levantar el pobre nivel que ha mostrado. Caso totalmente distinto el del sector contrario en la misma línea defensiva, pues Sánder Navarro se ha hecho un gran nombre con su talento y entrega.

Magia rápida

Rapidito llegó la emoción y el festejo. Corría el minuto 10 cuando un tiro de esquina a favor de la visita fue su condena. Juan Carlos Pereira tiró una pelota larga que no fue despeje. Édgar Guerra la bajó para que la habilidad de Beckham Castro dejara tirado a Homer Martínez y le permitiera una definición espectacular y sutil que pusiera al Embajador arriba.

Todo el primer tiempo fue de puro control de Millonarios. La magia de Mackalister apareció por momentos, como en una acción en la que un taco suyo dejó a Pereira en frente del arco para un remate que pasó muy cerca. Sin embargo, extrañamente, el capitán albiazul estuvo fallando mucho en la entrega y recibiendo llamados de atención por parte de Gamero.

Junior se vio más corriendo que jugando y tuvo muy poco. La más clara del visitante llegó en un error de Juan Moreno al saltar por la pelota, Bacca remató y Juan Esteban Carvajal salvó en la línea lo que era el empate. De ahí en más, fue solamente desgaste físico en vano para el Tiburón.

Hay cambios de cambios

El segundo tiempo trajo sustituciones en Junior. Arturo Reyes consideró que Gonzalo Lencina podría darle más soluciones a la hora de llegar al área contraria y definir que Carlos Bacca. Sin embargo, ese no era problema real de Junior, sino la generación de juego que no aparecía. En cambio, Gamero inició igual, pero al 63′ remplazó a Beckham Castro y a Juan Esteban Carvajal con Jorge Arias y Ramiro Brochero. Modificaciones que traían otro rol para que Asprilla con más posibilidad de salida.

Pasaron segundos solamente antes de que una transición larga trajera el festejo del recién ingresado Brochero. Sin embargo, el VAR llamó al árbitro Carlos Betancur para que revisara en el monitor una supuesta falta del delantero al recuperar la pelota. Inexplicablemente, el juez consideró un contacto de disputa normal con el hombro como infracción y mantuvo el 1-0 en la pizarra. Aquí tendría que haber alguna explicación, pero ya se sabe cómo son las cosas.

La dinámica de dominio de Millonarios se mantuvo. No sufría el partido, pero tampoco llegaba mucho para buscar el segundo. Ya se acababa el tiempo y Wálmer Pacheco metió un puñetazo en el rostro de Samuel Asprilla. Inicialmente, fue amarilla, pero el VAR hizo un nuevo llamado y Betancur revisó para expulsar al lateral de Junior al 90.

Los ocho minutos de adición trajeron un poco más de intensidad de Millonarios ante una visita desesperada y acudiendo al juego fuerte ante la impotencia. Luis Paredes, que entró en la segunda mitad, supo tener la cabeza fría y los pies en la tierra para no caer en las provocaciones de Homer Martínez. Millonarios manejó la pelota inteligentemente y cerró un triunfo que lo tiene muy cerca de la clasificación a la instancia semifinal.