Fortaleza y Deportivo Pasto no dan goles, pero sí un partidazo digno de repetición

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Mauricio Castaño e Iván Anderson disputan la pelota. - Vizzor Image.
Mauricio Castaño e Iván Anderson disputan la pelota. – Vizzor Image.

Este ha sido un gran semestre para dos equipos que nadie tenía en el radar. Fortaleza y Deportivo Pasto se encontraron en el Estadio de Techo, en Bogotá, durante la décima fecha de la Liga BetPlay Dimayor 2024-II. era momento de reafirmar el buen arranque en el campeonato y no dar ventaja para permanecer en el grupo de parciales clasificados a los cuadrangulares semifinales.

La dinámica estuvo bien clara desde el arranque: el cuadro capitalino se esforzaba por sostener la pelota y elaborar, mientras que la visita aguantaba en fondo con su línea de cinco hombres y le apostaba a las transiciones veloces. La primera gran chance llegó con una habilidosa jugada de Iván Anderson por el sector derecho y el centro que Andretty Murillo no pudo conectar de la mejor manera.

El Pasto respondió con un bombazo tremendo de Israel Alba desde 30 metros que obligó a una volada espectacular de Juan Diego Castillo. Fortaleza sufrió la lesión de Murillo antes de media hora y Santiago Córdoba tuvo que entrar a remplazarlo en el frente de ataque. El recién ingresado tuvo la más clara para adelantar a los locales con un disparo cerca al área chica, pero Diego Martínez hizo gala de sus reflejos.

El primer tiempo se cerró con una equivocación de Leonardo Pico en zona sensible que permitió el robo de Víctor Mejía y el portero Castillo tuvo que aparecer de nuevo para apagar el incendio. Fue, sin dudas, un primer tiempo muy entretenido, con dos equipos combativos, pero que mostraban ganas reales por exhibir un buen espectáculo y no quedarse en disputas físicas.

El complemento también fue animado, aunque con una diferencia mayor. El Deportivo Pasto ya estaba desinhibido y dispuesto a asumir riesgos con tal de buscar un gol. Daniel Moreno hizo todo para dejarle la posibilidad servida a Diego Gabriel Chávez con el guardameta ya eludido y Alejandro Morález salvó dramáticamente sobre la línea. No se podía entender cómo la visita no estaba arriba en el marcador.

El Volcánico logró hacer mella en la confianza local, pues en cada intento de ir a atacar le respondía con una ocasión inquietante. Ahí aparecieron las precauciones del caso y el peligro se hizo más escaso para los últimos minutos del partido. Fue entonces un empate sin goles, pero con muchas emociones y juego que da gusto ver. Es preciso resaltarlo en un fútbol colombiano que pocas veces regala este tipo de encuentros.

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