Hay milagro Blanco y Vinotinto amargo: las claves del empate entre Deportes Tolima y Once Caldas

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Dayro Moreno celebra un gol. - @oncecaldas.
Dayro Moreno celebra un gol. – @oncecaldas.

El partido del primer turno puso más obligación en este. Deportes Tolima y Once Caldas se encontraban en la segunda jornada de los cuadrangulares de la Liga BetPlay Dimayor 2024-I. La victoria de Santa Fe sobre La Equidad hacía que los Pijaos tuvieran un estrés de sumar tres puntos, mientras que Albos encontrarían ganancia con rascar cualquier cosa.

Sin rodeos

La principal novedad se presentó en el Vinotinto y Oro. Brayan Rovira sufrió un problema en su tobillo derecho durante el calentamiento y no pudo ser iniciaclista, así que Cristian Trujillo tuvo que ser el relevo. Los problemas con las lesiones se le están acumulando a David González. Junior Hernández retornó tras cumplir suspensión.

Eduardo Sosa fue el primero que generó peligro con un remate de media distancia que pasó muy cerca del objetivo. La actitud ofensiva con la que salió el Tolima iba a dar sus frutos muy pronto. Una recuperación en la mitad del rival permitió llegar rápidamente al área y Álex Castro tuvo serena calma para descolocar a James Aguirre y definir con el gesto del enganche en un cuarto de hora.

Un solo equipo

Quedó claro que Once Caldas no había salido a aguantar lo que más pudiera, sino que no generaba nada por propia incapacidad. El partido se estuvo jugando cerca al arco de la visita durante todo el primer tiempo. Fue pura tranquilidad para el Pijao en la realización de la tarea ante su público.

Ese plácido lugar del local permitió que evitara desgaste y aguantara en un bloque medio para la segunda parte. Once Caldas tuvo posibilidad de jugar por los costados y buscar centros para la llegada de Gustavo Torres o Dayro Moreno, pero la zaga tolimense respondía bien ante cualquier acercamiento.

Milagros y pecados

Muchos calificarán la actitud del Deportes Tolima como un exceso de confianza. No obstante, lo cierto es que la situación estaba totalmente controlada. La calma terminó cuando Billy Arce cayó en el área por un sutil contacto de Junior Hernández y el VAR invitó al árbitro Bismark Santiago a una revisión en pantalla. Para el juez, penalti. El encargado de ejecutar la pena máxima fue Dayro Moreno y anotó el empate al 64′.

Con muy poco, el Once Caldas se estaba llevando un punto de oro de Ibagué. El Tolima iba a tener que asumir riesgos para recuperar las riendas del marcador y hacer honor al buen juego que había mostrado. Juan José Mera tuvo una ocasión clarísima en un cabezazo en el área chica tras el córner y la fortuna salvó al cuadro de Manizales.

De ahí en adelante, lo que se vio en el conjunto local fue más estrés que actitud. Las imprecisiones al momento de entregar la pelota fueron la constante. Juan David Cuesta pecó con con la mano abierta y el colegiado no dudó en señalar el manchón blanco. Carlos Manuel Cortés fue el que cometió el verdadero pecado anunciando el disparo y James Aguirre obró el milagro Blanco con sus manos.

Decepción absoluta en Ibagué con el Deportes Tolima, que, al igual que le está sucediendo a Atlético Bucaramanga en el otro grupo, no está sacando provecho del punto invisible. Tanto remar en la parte alta del campeonato está siendo inútil en un cuadrangular en el que Once Caldas y Santa Fe están sacando una brecha importante por el tiquete a la final.

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