Millonarios pasa de maestría a párvulos: las claves del triunfo de Once Caldas en Bogotá

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Esteban Beltrán y Delvin Alfonzo disputan la pelota. - Vizzor Image.
Esteban Beltrán y Delvin Alfonzo disputan la pelota. – Vizzor Image.

No había espacio para el error. Millonarios, que ha tenido un bajón de resultados en los últimos partidos y encendió alarmas tras perder en su visita a Patriotas, necesitaba recuperar confianza ante su público. De su parte, Once Caldas viene intentando alejarse del descenso. Sumar tres puntos era vital para no relegarse de la pelea de la clasificación a la siguiente fase de la Liga BetPlay Dimayor 2024-I.

Dayro cobra como goleador o asisitidor

Aunque, como suele ser, el Embajador salió a proponer, rápidamente vio que el Blanco Blanco empezó a genera peligro con la velocidad por bandas. Luego de un centro de Gustavo Torres, Dayro Moreno erró una oportunidad clarísima en frente del arco. Algo que viene complicando al cuadro albiazul es que Daniel Ruiz no suelta la pelota y pierde posesiones cuando el equipo está jugado al ataque.

Luego de una intensión ofensiva, Millonarios quedó mal parado en el fondo. Juan Pablo Vargas estaba en la mitad de la cancha y sobre la banda izquierda, con lo que dejó un boquete enorme. Vino un gran pase largo de Dayro Moreno y Billy Arce definió por encima de Diego Novoa para dar el golpazo en El Campín al minuto 20.

Gamero se harta

Antes del final del primer tiempo, se notó que Alberto Gamero no estaba cómodo con el trabajo de Jhoan Hernández como lateral derecho, así que ordenó cambio. En su lugar entró Sánder Navarro para cubrir el sector derecho y Delvin Alfonzo cambió al lado zurdo. Lo mejor para Millonarios llegó gracias a la media distancia con dos remates del venezolano que pasaron cerca del objetivo. Se podía ver que no iba a haber sonrisas en el vestuario del Embajador.

De cara al complemento, Gamero también se hartó de Ruiz. Daniel Cataño llegó desde el banquillo para buscar desequilibrio y exactitud en los pases. La mejoría fue inmediata. Tres minutos después de la reanudación, Leonardo Castro ya había generado dos oportunidades de mucho peligro en las que le faltó puntería. La grada se animaba.

De párvulos

James Aguirre protagonizó una atajada espectacular sobre la línea, después de un tiro de esquina que pegó en un defensor y casi se convierte en autogol. Hernán Darío Herrera empezó a ver que se le venía una tromba y decidió desarmar su propuesta inicial para meter hombres con mejores cualidades de marca.

Cuando menos se esperaba, Dayro Moreno apareció con su particular carrera a la espalda de los defensores azules y desenfundó un misil que alcanzó a pegar en el larguero. Iba a ser un golazo. A Gamero se le veía preocupado, intentando descifrar por dónde mover algo. Decidió hacer regresar a Juan Carlos Pereira para remplazar a Stiven Vega.

En medio del empuje desesperado. Alfonzo cometió una imprudencia infantil agarrando de la camiseta a Deiby Araújo cuando no iba a llegar a encontrarse con la pelota. Wílmar Roldán no dudó en sancionar el penalti y Dayro Moreno castigó al 77′, quedando a un tanto de igualar el récord de Sergio Galván Rey de máximo goleador histórico del fútbol profesional colombiano.

Millonarios se cansó de generar buenas oportunidades de gol y desperdiciarlas por la falta de puntería de sus atacantes. La situación se está poniendo oscura a cinco semanas de iniciar su participación en Copa Libertadores. Los errores tontos están devolviendo a este equipo, que se suponía graduado de maestría, a un nivel de párvulo. El Once Caldas cumplió un partido perfectamente leído en Bogotá.

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