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Para nadie es un secreto que para cualquier hincha de Santa Fe, cuando le nombran a Ómar Sebastián Pérez Marcos, siempre lo va a recordar con gran emoción, al ser uno o el mejor jugador de la historia del club, aquel que comandó la época dorada del ‘León’ del 2009 al 2017 en el que cosecharon nueve títulos en el que se tocó la gloria internacional en dos ocasiones y se rompió la sequía de títulos de más de 30 años.
El argentino abrió las puertas de su restaurante para hablar con AS, en el que principalmente habló del pasado, presente y futuro del ‘Primer Campeón’: “No lo veo como lo deseo. No lo veo como me gustaría verlo. Pero como no estoy en la institución no puedo decir mucho más. Me gustaría que Santa Fe estuviera en los primeros lugares y eso implica que la gente llene el estadio. Hasta ahí queda mi análisis porque no puedo decir mucho más”.
“A nosotros cualquier equipo que venía le costaba. Nosotros luchamos a la par de ese Nacional tan exitoso, pero sin la parte económica que tienen ellos. Nosotros creábamos los futbolistas con los diferentes chicos. Nacional los adquiría del mejor jugador de la temporada, no es una queja, es un mérito. Nosotros le competimos a la par a ese Nacional”, recalcó el ‘Bocha’.
Su relación con el presidente Eduardo Méndez
“Lo vi dos veces en mi vida. No hay relación, ni buena ni mala. Me citó una vez a la casa de una periodista, me habló de unas cuestiones para los muchachos, pero no más que eso. Lo volví a ver después del título y el último día que me citó a la oficina para decirme que no continuaba en el club”, aclaró Ómar Pérez.
Sobre su conexión con el hincha, a pesar de haber salido del club, recalcó: “Lógico (duele) y toda la gente que recibo entre semana y los fines de semana vienen con esa angustia de ver qué le pasa al club. Uno trata de pensar y analizar y ese por qué no tiene respuesta todavía”.
A ocho años de haber conquistado Sudamérica
“Ni el más iluso podía pensar en eso. A nosotros como grupo nos nace una frase que quizá pueda ser chocante para los que no sienten el fútbol de esta forma. Los brasileños invertían millones de dólares, nosotros no teníamos el piso con cerámica, se llenaba de tierra, teníamos agua fría y no teníamos un buen gimnasio. No lo digo a tono de que nos faltó algo. Simplemente éramos felices en ese momento y lo hacíamos naturalmente. Competimos ante gigantes que daban toda su historia por el club y la ganamos nosotros”, apuntó sobre aquel título.
“Me dio esa pasión, esa linda forma de que te reconozcan donde vas. Este espacio es abierto para todos y vienen hinchas de todos los equipos y te saludan normal. Esa conducta en el fútbol la tuve siempre en todos los clubes y el hincha lo vio por ese lado. Haber conseguido estas cosas con Santa Fe hacen que yo hoy tenga esa tranquilidad mental que reconozcan que lo di todo. Cuando me retiré dije que iba a entregar todo y el fútbol me lo sigue devolviendo”, definió Ómar Pérez sobre su paso por el ‘León’.
Sobre la séptima en el 2012 dijo: “Nosotros fuimos como 3 o 4 días antes. Me acuerdo que en aquellos años de Boca en las finales estaba todo el grupo y era un momento muy bueno y lindo para toda tu vida. En aquel viaje previo a Pasto estábamos entrenando y dentro de la oración lo dije como sugerencia que sería lindo que todo el grupo estuviera de visitante. El presidente movió hilos y contactos para que viajara el grupo de concentrados más otros grupos más pequeños, pero estuvimos todos y en la cancha sentimos eso. El 1-0 no nos pausó, eso nos dio más fortaleza y previo al gol erramos varios. Ahí te das cuenta de la fortaleza mental del grupo, nosotros ya veníamos con la decisión de revertir, pero lo hicimos allá a los pocos minutos de que Pasto hiciera el gol. Tuvimos el balón y nos vinimos con la fortaleza de decir que un 1-0 era jodido, pero 1-1 lo teníamos que demostrar todavía”.
“Siempre la tiré ahí, hace falta uno que se anticipe a eso. Todos estos años, Arias que era una persona bajita hacía goles de cabeza. Nosotros hacíamos una jugada para que la persona ataque la zona, que es un punto débil, una zona donde es fácil analizarlo. Todos los equipos dejan un jugador libre y ese jugador no tiene distancia y una persona que venga en carrera le gana. Aprovechábamos y la idea era apuntarle a esa persona. Trabajábamos la zona, Anchico atacaba bien el balón, pero él era el encargado de atacar la zona por si el balón me quedaba corto”, apuntó sobre el gol del título.
Ser dirigido por Gustavo Costas y Gerardo Pelusso
“Gustavo es un loco lindo, es un gran amigo. Encajó en un grupo lleno de humildad, de deseos y Gustavo es una persona que trabaja muy bien, pero la mejor parte de él es la motivadora. En el aspecto de entrar a una cancha se vuelve loco y hace que todos pensemos igual. Él vino a impulsar ese grupo y lo hizo de la mejor manera, más allá de la amistad, fue uno más del grupo y obligaba a que mucha gente de la oficina del club asistiera y muchas veces lo hicimos así y los frutos (para mí) por eso conseguimos lo que conseguimos. Creería que si (si Costas seguía), sabíamos a qué jugar y cada uno de los que se iba, el que llegaba cumplía la función. El equipo estaba enfocado en lo que pretendía”, no se guardó nada para hablar del argentino.
“Quizás si Gustavo siguiera hubiéramos conseguido muchas más cosas. Santa Fe si hubiera pensado más allá, hoy sería uno de los mejores clubes del continente, no me cabe duda. El tema de la altura es muy difícil y si uno sabe aprovechar ese tipo de cosas y armas un proyecto pensando en un equipo aguerrido, que presione, que tenga el balón. Le quitas muchas posibilidades al rival de que venga a pelear cosas acá. Ni de una persona y sería incierto porque no pasó. Hoy en día el mejor equipo de Colombia lo puede hacer. Millonarios, América y Junior que tienen la espalda económica y por qué no lo hacen, si no se hizo en aquel momento que teníamos identidad y forma de jugar que no se aprovechó no sé si ese proyecto sería viable en Colombia”, agregó.
Sobre el capítulo del ‘hotelazo’ explicó: “Yo siempre lo dije, el modo en que se dio estuvo mal. Fue uno de los peores errores que cometí, pude haberlo hecho de otra forma. Quizás el ir al hotel hubiera sido más grave, me quedé hasta las 2 de la tarde en la reunión en Tenjo. Me sentí mal en ese momento, no tenía con quien más hablar que fue con mi esposa. Lo hablé y ahí está el error. El tema de la gente cuando traté de decirles que no lo hicieran ya era demasiado tarde”.
Presente y futuro de Ómar Pérez
“Todos los sábados me dedico a ver partidos. Ni Bielsa mira tantos partidos como yo lo hago. Desde las 7 am hasta las 4 pm donde hay mucho talento. En Bogotá tenemos pocas oportunidades, un chico de 14 o 15 años se dedica a estudiar o es muy bueno y se dedica al fútbol, pero no tiene más oportunidades”, enfatizó el exjugador argentino.
Su esmero en la búsqueda de talentos: “Todo se puede hacer con la medida de la fuerza con lo que lo desees. Hay talentos en los que podemos apoyar en la parte educativa con un colegio diferente y hay chicos tan talentosos que no lo pueden hacer por el tema de traslados. Lo que hace Argentina, por eso es una fábrica de futbolistas. Está el fútbol para los talentosos que tienen proyección y se les acompaña con el estudio. No, al contrario, pero creo que falta mucho para que logremos eso”.