Santa Fe y Atlético Bucaramanga piden director técnico a gritos: las claves del empate en Bogotá

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Este era un partido de mucha importancia para ambos. Santa Fe y Atlético Bucaramanga se ponían al día en el calendario con su encuentro pendiente de la Liga BetPlay Dimayor 2025-I. Mientras el Cardenal tenía la posibilidad de ser segundo del campeonato, el Leopardo tenía urgente necesidad de triunfo por la mala campaña que ha tenido. Los dos equipos, a la espera de un director técnico que asuma tras las salidas de Pablo Peirano y Gustavo Florentín.

Que no se note la necesidad

El duelo arrancó muy animado, jugándose con vértigo, fuerza e intensidad. El que se vio mejor a lo largo de todo el primer tiempo fue el visitante y probó prontamente con un remate lejano de Freddy Hinestroza que se fue cerrando y que casi sorprende a Andrés Mosquera.

El mérito iba a darle premio al Bucaramanga al minuto 23. Kevin Londoño atrapó un rebote en el sector derecho y se apresuró a enviar un centro por tierra. Aunque no parecía muy complicado, la defensa albirroja se armó un lío para despejar y Leonardo Flores apareció desde atrás a toca velocidad para meter el zapatazo y abrir la cuenta. Más allá de un disparo de Hugo Rodallega en el que Aldaír Quintana se estiró con todo, Santa Fe no tuvo grandes chances y se fue perdiendo al descanso.

Sin micrófonos

El sueño de un analista sería tener micrófonos en los vestuarios durante el entretiempo. No está claro si en Bucaramanga pidieron replegar líneas y aguantar la ventaja para jugar con la urgencia de los locales, si en Santa Fe pidieron actitud ultraofensiva o ambas cosas. Lo cierto es que se notó que el Cardenal salió a buscar riesgo y a inquietar en el área.

La actitud no lo es todo en el fútbol, pues a pesar de que se estaba jugando en una sola mitad, tampoco llegaban las ocasiones de gran peligro. Fue entonces cuando Francisco López decidió enviar al campo a Ángelo Rodríguez y Éwil Murillo para remplazar a Lucas Ríos y Daniel Torres.

Autolesiones

No pasaron ni cinco minutos desde las sustituciones, cuando llegó el tan anhelado empate. Fue un tiro libre que Ómar Fernández levantó sin dirección a compañero alguno. En el afán de encontrarse con la pelota, Andrés Ponce y Aldaír Gutiérrez cabecearon para apuntarle el autogol al defensor al 65′. Dice el dicho que doble cabezazo en el área, así sea en contra de tu mismo equipo…

Quedó clarísimo que la visita pecó en defenderse en un bloque tan bajo, pues de inmediato empezaron a jugar más adelante y equilibraron el partido para dejar de sufrir. Si bien el Bucaramanga no tuvo una ocasión muy notable para pasar al frente en el marcador, sí alejó el ahogo del que estaba siendo víctima. Además, la mira desviada de Rodallega contribuyó.

Se firmó el empate 1-1 y la irregularidad de los dos conjuntos quedó en evidencia una vez más. Tal parece que nombrar directores técnicos en propiedad pasa a ser un tema urgente para ambos en su propósito de no quedarse relegados de la lucha por un cupo en los cuadrangulares. Esas serán noticias latentes para esta misma semana.

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