Se cumplen 10 años de la celebración en falso de los hinchas del Junior: “Las redes sociales nos engañaron”

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Hinchas de Junior celebrando el 26 de mayo de 2014.
Hinchas de Junior celebrando el 26 de mayo de 2014.

El tiempo pasa volando. Ya pasó una década desde un momento que causó risas y lamentos en el fútbol colombiano: el día que los hinchas de Junior celebraron a rabiar un título que, supuestamente, Dimayor le había quitado a Atlético Nacional por incumplir el reglamento y que dejaba al club Tiburón como campeón. Todo se trató de una noticia falsa.

Para la Liga 2014-II, el cuadro barranquillero llegó a la final y se enfrentaría al Verdolaga, siendo este segundo el que cerraría de local. Junior se fue adelante en el juego de ida con un gol de Édison Toloza el domingo 18 de mayo. Tres días después, se disputaría la vuelta con un 2-1 a favor del cuadro paisa, que llevaría todo a la definición con cobros desde el punto penalti. Allí, Sebastián Viera y Jhonny Vásquez desperdiciaron sus lanzamientos y Nacional fue campeón.

Como sucede normalmente después de una derrota, todo fue resignación. Eso, hasta el lunes siguiente, el famoso 26 de mayo. El primer día de la semana se esperaba tranquilo, pero una algarabía se tomó la ciudad de Barranquilla de madrugada. Pasada la medianoche, las bocinas de los vehículos, la gritería, los cánticos, la espuma y harina levantaron a más de uno de la cama. La gente se había lanzado a las calles a celebrar una supuesta determinación de Dimayor que sancionaba a Nacional y le daba el título al Junior.

Fue una cuenta de Twitter, red social ahora llamada X, la que hacía el gran anuncio. Identificada como ‘Todo Sobre Fútbol’, puso un trino que indicaba: “ATENCION ULTIMA HORA LA DIMAYOR ACABA DE DARLE EL TITULO A JUNIOR DEBIDO A QUE NACIONAL HIZO 4 CAMBIOS, LA PREMIACION SERA A LAS 6:00 AM” (sic).

El deseo, la desazón por la final perdida y la ingenuidad de creer cualquier cosa que sale en redes sociales llevaron a que la noticia falsa se esparciera rapidísimo. Fue necesario que las autoridades hicieran presencia en las calles para controlar a la multitud y también que las entidades deportivas tuvieran que aclarar que la celebración estaba siendo en vano.

Un informe de Noticias RCN mostró lo que se vivió en aquel entonces. La decepción fue doble: una por la final perdida y otra por la celebración fallida. Un aficionado declaró para el citado medio, con algo de frustración, la triste realidad: “Las redes sociales nos engañaron”.

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