Tu-lío: las ‘metidas de pata’ de Tulio Gómez en América de Cali

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La tristeza de Christian Barrios lo dice todo. Vizzor IMage
La tristeza de Cristian Barrios lo dice todo. | VizzorImage

No es la mejor época para el América de Cali. Lo que se pensó que iba a ser un comienzo de año exitoso con la llegada de César Farías, está a nada de irse por la borda. Estar fuera de los ocho (con la mitad de la liga en curso), y la pronta eliminación en la Copa Sudamericana, sin duda, ha sido la gota que llenó el vaso. Ese encuentro ante Alianza FC era la oportunidad ideal para ponerle paños fríos a la situación. Sin embargo, lo único que hizo fue agravarla… y más después de ver lo que pasó en el Metropolitano, donde se vio un equipo sin brújula, sin reacción y sin carácter ante el primer golpe del rival.

Más allá de lo mal que plantea el equipo el entrenador, de sus cambios, de los jugadores y su nivel tan bajo, hay un hombre clave en este momento del América. Se llama Tulio Gómez. De aquel empresario que supo rodearse para lograr el ascenso y ser campeón (dos veces) no queda nada. Ahora, más que antes, es un tipo soberbio que cree que se las sabe todas. Que con sus decisiones ha quedado muy mal parado. No obstante, siempre cae parado gracias a las ‘cornetas’ que tiene en la ciudad y a la construcción de un estadio que ojalá no se convierta en un elefante blanco. Sólo por contar algunas cosas. Echar a Ernesto Farías como un perro; las renuncias de Julián Vásquez, Ricardo ‘Gato’ Pérez, Jorge ‘Polilla’ Da Silva (le hicieron creer que América era Disney y él permitió el sindicato de jugadores). Y las dos salidas de Alexandre Guimaraes. Lo más triste es que el tico siempre está listo para volver.

La última y la que tiene al equipo en esta situación es épica. Nombró a su hija como presidenta… no está mal. Pero la puso delante de decisiones drásticas como sacar a Lucas González a cinco días del debut por Liga. Cuando se sabía que reforzando la defensa la cosa iba a mejorar. Fiel al estilo de su padre, Marcela prende la cortina de humo y confirma que irán por Ricardo Gareca. Cuando todo el mundo del fútbol sabía que era imposible. Es uno de los entrenadores más caros de planeta. ¿Cuál era el único que estaba dando vueltas?… sí, César Farías. Una de las primeras razones de la presidenta del equipo fue: “Necesitábamos un entrenador que ganara títulos, no partidos”. Se le olvidó, quizás en su corta carrera como directiva, que para ser campeón hay que ganar esos partidos, y para ganar hay que jugar bien. Además, César Farías no es garantía de títulos. Sólo ganó dos en primera división. Uno con The Strongest, y otro con Aucas. Él no es Mourinho.

Ahora, quizás Farías sí era el entrenador indicado. Pero viendo este particular calendario y que él no había hecho la pretemporada, para qué quemar esa carta así de fácil. Más, conociendo su carácter y que donde estuvo jamás jugó a proponer. Error garrafal como presidenta. Con el ‘ok’ de su padre, claramente. Es claro que ella es sólo una figura y que las decisiones principales las toma él y como se le venga en gana. Como si fuera un supermercado. Quizás, esa fórmula le dio éxito en sus negocios y es entendible. Sólo que el fútbol tiene muchas variantes y es la dinámica de lo impensado.

Sólo falta esperar qué va a pasar. Las horas de Farías deberían estar contadas y al equipo no se le ve por dónde se pueda levantar. Como pasa en cancha, ante el primer golpe al mentón queda viendo un chispero. No tiene reacción y mucho menos el carácter necesario. Lo que preocupa, además de todo lo anterior, es que esta nómina tiene todo para pelear (ya lo demostró con Lucas); hay un buen arquero, defensas de categoría y de mitad de cancha para adelante lo mismo. Difícil que Tulio Gómez venda. América lo ha sacado a la vitrina. Tanto así que hasta hizo política y todavía no descarta ser el alcalde de Cali. Toda su familia trabaja en el equipo. Sí, tiene fortunas con sus negocios y es muy exitoso. Pero para poder volver a ganar títulos debe rodearse de los mejores. Sin egos ni pataletas de niño chiquito. Esa fue la clave en su momento. Así se logró un ascenso y dos títulos. Ahora, el panorama es oscuro y tenebroso. Volverá al ciclo de: DT caro, DT echado, DT interino… así será imposible ser protagonista en un certamen continental y muchos menos ganar una Copa Libertadores.