Nolberto Ararat termina de hundir el arbitraje en Colombia: influyente en la eliminación de Millonarios

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Nolberto Ararat, en Bucaramanga vs Millonarios. - Vizzor Image.
Nolberto Ararat, en Bucaramanga vs Millonarios. – Vizzor Image.

Antes de cualquier cosa, no se le quitará ni una pizca de mérito a Atlético Bucaramanga. El conjunto Leopardo hizo un buen primer tiempo y fue más efectivo en la tanda de penaltis para conseguir su clasificación a los cuartos de final de la Copa BetPlay Dimayor 2024. Felicitaciones y que corran con buena suerte.

Y sí, hay que desearle suerte. Todo apunta a que quienes lleguen más lejos en esta competición van a tener que contar con una ayuda de la diosa fortuna. En medio de un momento muy complicado para el arbitraje colombiano, Nolberto Ararat terminó de manchar la imagen del oficio con su pésimo trabajo, que fue influyente para que Millonarios quedara eliminado. Dejó de sancionar, al menos, dos penaltis a favor del Embajador.

Y como no hay sistema VAR, pues todo empeora. Además, Yeison Vásquez, asistente número 1, no sabía ni dónde estaba parado. No ayudó en nada y solamente confundió agitando de manera desesperada su bandera y equivocando varias concesiones de tiro de esquina en frente suyo.

Gris

La primera es la más discutible por la manera en que se dio la jugada. La zaga local dejó picar la pelota y Santiago Giordana llegaba al área para el encuentro con la misma. En su afán por despejar, Cristian Zapata levantó de más la pierna e impactó al delantero en el antebrazo. Se vuelve gris porque la reacción del argentino fue tomarse el rostro, pero sí que hubo imprudencia por parte del jugador del Leopardo.

Clarísima

La siguiente, que fue falta clara, se dio de Santiago Jiménez sobre Daniel Mantilla. El atacante de Millonarios se había escapado y estaba por dejar en el camino al portero Aldaír Quintana. El defensor llegó al cierre barriéndose y asumiendo todo el riesgo. Por cómo cambió la trayectoria de la pelota, parecía que sacaba la pelota lícitamente. Sin embargo, las repeticiones dejan claro que quien mueve el esférico antes es el atacante y que el zaguero lo que hace es llevárselo por delante con ambos pies. Era penalti sin lugar a discusiones.

Con respecto al anterior punto, no hay que olvidar que Jiménez jugó gratis este partido de vuelta y casi toda la segunda parte del duelo en Bogotá. Le dio un codazo en el rostro a Giordana en el compromiso de ida que el árbitro Mauricio Mercado dejó pasar sin siquiera tarjeta amarilla. Si el defensor del Bucaramanga fue la figura de un partido e infractor en ambos, pues va quedando claro que no solamente fue una cuestión de penaltis.

Cero y van tres

Finalmente, la tercera es de Freddy Hinestroza contra Leonardo Castro. El lateral izquierdo del Bucaramanga se elevó con todo para llegar a una disputa y terminó golpeando por la espalda al atacante visitante. Sin embargo, su respuesta fue tardía, llegando tarde a la batalla por el control de la pelota y mostrando un movimiento adicional con el codo que impactó en la nuca del delantero. Otra acción de falta en el área clara que se pasó por alto.

Solamente para hacerle honor a la verdad, se reseñará que hubo otras dos acciones protestadas como posible penalti, pero que ninguna de las dos debían ser sancionadas. Una fue la de Hinestroza a Émerson Córdoba, donde el jugador de Millonarios se lanza, simula y es bien amonestado. La otra, una mano de Jiménez después de robarle la pelota a Mantilla, pues tiene el brazo totalmente apoyado sobre el terreno de juego y la inercia hace el resto.

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