El recuento de James Rodríguez: un crack en la Selección Colombia y un problema en los clubes

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James Rodríguez, en un partido de la Selección Colombia. - Reuters.
James Rodríguez, en un partido de la Selección Colombia. – Reuters.

La historia de siempre volvió a suceder. James Rodríguez vuelve a salir de un club por la puerta de atrás. A pesar de haber hecho una grandiosa Copa América en la que fue reconocido como el mejor jugador del torneo y aportó un gran juego para que la Selección Colombia llegara a la final, Sao Paulo ha buscado un acuerdo para rescindir el contrato del colombiano.

Las tensiones que iniciaron al final de la temporada pasada no fueron un secreto. En las declaraciones de varios directivos siempre estuvo en el aire la continuidad del zurdo, mientras el entrenador, Luis Zubeldía, nunca mostró agrado por tenerlo como una de sus piezas principales. Se ha confirmado, otra vez, que James Rodríguez es un poderoso talento en su combinado patrio, pero también es un dolo de cabeza para sus clubes.

Los antecedentes negativos empezaron cuando jugaba en el Mónaco. El entrenador que lo apretó en 2013 y 2014 fue Claudio Ranieri. El Italiano puso una exigencia para que James se comprometiera más con el propósito grupal y aportara en marca, pues su talento con la pelota en los pies no le iba a valer un lugar en el equipo titular.

Los episodios más conocidos fueron en el Real Madrid, donde Rafael Benítez se dio cuenta desde el primer momento que no quería contar con él. Luego, Zinedine Zidane le dio varias oportunidades y tampoco le encontró espacio. De hecho, el estratega francés le abrió la puerta para que regresara en 2019 tras su periodo de cesión en el Bayern Múnich y el asunto terminó con James relegado al banquillo y pidiendo a gritos su salida.

Mientras el colombiano estuvo bajo el mando de Carlo Ancelotti las cosas sí fluyeron. De hecho, fue la principal razón por la que el cucuteño aceptó fichar por el Everton de Inglaterra en medio de la pandemia del Covid-19. Con los Toffees tuvo un gran desempeño que se fue opacando por las constantes lesiones y la llegada de Benítez, según contó el mismo James, fue una sentencia de salida con la sinceridad del entrenador del poco gusto que había por su juego.

En las tierras lejanas, donde se suele consentir y mantener lo más felices posibles a las estrellas, tampoco hubo sintonía. Su etapa en el Al-Rayyan de Catar se vio marcada por un complejo choque cultural. La imagen más fuerte fue cuando el centrocampista agredió con un manotazo sobre el brazo a un árbitro y se fue expulsado. Haberse quitado la camiseta en medio de la ira se sintió en ese país de Medio Oriente como una ofensa grave que le empezó a dañar la imagen.

Por último, el Olympiacos de Grecia también terminó en una experiencia desagradable. Luego de pocos meses de haber llegado como gran figura, los reportes hablaron de una molestia de James en medio de un entrenamiento con José Anigo, quien era el director técnico, y marchándose en medio de la práctica. Aunque hubo pronunciamientos de algunos dirigentes diciendo que estaban esperando que el colombiano agachara la cabeza y se disculpara, el tema se cerró con una rescisión de contrato que lo podría rumbo a Brasil.

Como conclusión, los únicos sitios donde no se conoce que James Rodríguez haya tenido problemas es en Envigado, Banfield y Porto. Además, algo tiene Ancelotti para saber llevarlo. Está clarísimo que en la Selección Colombia encuentra un lugar donde se le trata bien y él corresponde con su talento. Ahora está por verse dónde quiere continuar su carrera, sin perder de vista que hace algunos años expresó que la edad de 33 años le parecía ideal para el retiro y los acaba de cumplir.

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