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Los tres puntos que la Selección Colombia consiguió en su visita a Paraguay representan mucho más que una victoria importante en la Eliminatoria sudamericana. Se cierra un 2023 exitoso para los propósitos planteados en el proyecto de Néstor Lorenzo. Además, ha resultado ser un buen termómetro para un 2024 más trascendental.
Sin embargo, el conformismo nunca es bueno. El mismo entrenador argentino ha sido autocrítico y justo en sus declaraciones para no quedarse únicamente en el buen rendimiento. Así se pueden ir evaluando las asignaturas aprobadas y pendientes del proceso, que será importante tener en cuenta para lo que viene y saber por qué camino se va.
Regularidad
Este es el punto más fuerte de Néstor Lorenzo en su labor con la Selección Colombia. Pesa mucho el hecho de estar invicto desde que se sentó en el banquillo de la Tricolor. Contando partidos amistosos y oficiales, son 14 salidas sin caer y eso habla de un equipo regular que trabaja para no perder partidos y hoy puede sacar pecho por ello.
De hecho, aquí radicaba uno de los miedos con esta Selección. Antes de echar a andar la Eliminatoria, se organizaron ocho juegos de preparación y la racha de Lorenzo se había dado contra muchos equipos de menor nivel competitivo que el que suele haber en Sudamérica. Para fortuna de la Tricolor, el rendimiento continuó por lo alto. La primera victoria histórica por eliminatoria sobre Brasil ha sido un premio justo y que no se le borrará jamás.
Versatilidad
Un problema que padecen los equipos que son exitosos en los arranques de sus procesos es que se vuelven predecibles. Con el paso de los partidos, los rivales van conociendo las tácticas y estrategias, los momentos de intensidad y los movimientos recurrentes ya sea con los cambios de posición o las sustituciones que llegan desde el banquillo.
Eso lo ha sabido administrar Néstor Lorenzo. No ha mostrado todo desde el inicio y se ha dado la oportunidad para observar detalladamente qué le pueden ofrecer ciertas fórmulas y sociedades de jugadores. En esto también hay que realzar que cuenta con jugadores que le permiten esto y el ejemplo más claro de Jhon Arias. James Rodríguez también ha regresado a un buen nivel que aporta bastante.
Conformación de la nómina
Después de las asignaturas aprobadas, toca pasar a las sobras. Este punto, no obstante, es gris. Lorenzo viene llamando a un grupo de futbolistas que le transmite confianza y que le ha respondido en su gran mayoría a la exigencia de las situaciones. Sin embargo, ha pifiado en algunos asuntos, especialmente en la zona defensiva.
Los argumentos no aparecen para explicar por qué un jugador en tan bajo nivel como Dávinson Sánchez continúa apareciendo con tan poco mérito en las convocatorias y, peor aun, por qué es titular. Algo similar se presentó con el reciente llamado de Yerry Mina, que poco ha podido aparecer con la Fiorentina por culpa de una lesión. Esto, inevitablemente, de continuar así, va a llevar a un bajón moral de quienes vienen esperando su oportunidad y no ven el mérito reconocido.
Con respecto a esto último y como asunto pendiente está el del recambio de jugadores según su posición. No es normal que se haya lesionado Santiago Arias, que es lateral derecho, y el que entró en el grupo sea el de Guachené, que es defensor central. Lo que denota este asunto es que para Lorenzo no existen más jugadores para ocupar ese carril. Punto débil y pendiente.
El gol
Este es el punto flaco de esta Selección. No se puede decir que sea por casualidad que está en la parte alta de la tabla de clasificación, pero sí llega a sorprender que un equipo que desperdicia tantas ocasiones claras en frente del arco logre sus cometidos. El suspenso y el nervio con el que acabó el partido contra Paraguay ya es un primer aviso.
De hecho, se perdieron dos puntos en la visita a Ecuador por el mismo asunto. Ahí fue un poco peor, pues Colombia tuvo un penalti que Luis Díaz falló. Al contrario de lo que varios personajes reconocidos en medios de comunicación han dicho erradamente, una de las cosas más fáciles que hay en el fútbol es anotar un gol desde el manchón blanco. Con más razón, el dueño de esos cobros debe ser el centrodelantero, que, se supone, es el especialista para resolver en frente del arco. Si la falla, pues la lamentable conclusión es una sola: no sirve.
Por fortuna, ese tema ya se corrigió y Rafael Santos Borré fue el que tomó la pelota para convertir el tanto que le dio la victoria a la Tricolor ante Paraguay. Tendrá que seguir siendo así y evitar la improvisación en asuntos tan elementales, por más presión que vayan a meter las grandes figuras del equipo.