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Conforme se acerca el final de agosto, también se acerca el estreno de la serie live-action de Netflix, One Piece, y hay muchos nervios y miedo alrededor de ella, pues todos sabemos lo que ha ocurrido con los experimentos live-action que Netflix ya ha llevado a cabo en ocasiones anteriores. Sin embargo, el público está más optimista con esta nueva adaptación por dos motivos. El primero, el casting ha resultado más que agradable para el público Latinoamericano pues cumple una fantasía de salir del tercermundismo para estrenarse en una serie internacional, y el segundo, porque tiene la aprobación del mismísimo Eiichiro Oda.
Las condiciones de Eiichiro Oda para el live-action de One Piece
La clave del fracaso en las adaptaciones live-action de productos de ánime y manga es la traducción. Pero no la traducción de los diálogos o del título, sino de la cultura. La narrativa occidental es muy distinta de la narrativa oriental. Aspectos que en aquellos países no necesitan contarse o justificarse se vuelven una necesidad en los estándares americanos y europeos. Necesitamos de una lógica distinta a la japonesa, y eso nos ha llevado a crear teorías inútiles y excesivas alrededor de los poderes y las habilidades de muchos personajes.
Por ello, Dragon Ball Evolution tuvo que justificar que Piccoro y el Ozaru fueran anteriormente aliados, porque ¿de qué otra forma se justificaría que dos extraterrestres llegaron al mismo planeta y que su única intención de enfrentarse era demostrar quién era más fuerte (como en el ánime)? No. Unieron su pasado y con eso echaron a perder la película (y sólo llevaba 5 minutos de empezada). Por ello es que Eiichiro Oda pidió que dos aspectos se respetaran sí o sí.
La primera, es que se mantuviera la historia de los Sombreros de Paja. La segunda, nada de cambios a las habilidades especiales de los personajes.
Y esto pasa en cualquier adaptación de live action y Oda hizo bien en defender el último aspecto. Pensemos en Ms. Marvel, que tiene un poder muy parecido al de Luffy. Pero para el MCU decidieron convertirlo en una especie de “extensiones de luz” que evitan que Kamala Khan se extienda como si fuera Mr. Fantástico… probablemente porque Mr. Fantástico está ahí afuera, esperando a ser anunciado.
¿Qué opinas de estas condiciones?