Hace cinco años, James Gunn estaba en una muy mala posición, mientras que Marvel Studios se elevaba gloriosamente: alguien había encontrado unos viejos tuits de Gunn en el cual hacía algunos chistes que no tenían el mejor gusto, mientras que Marvel, por estas fechas, empezaba a cosechar el éxito de Avengers: Infinity War. En aquel 2018, Marvel Studios (o mejor dicho, Disney), pensaron que una persona como Gunn no cabía en su proyecto de empresa familiar y decidieron despedirlo. Hoy, cinco años después, es el mismo Gunn quien se encarga de volver a darle al MCU el impulso que muchos pensaban que había perdido.
El hermoso dolor de Guardianes de la Galaxia, Vol. 3
El contrapunto musical se ha vuelto ya la marca personal de Gunn en su trilogía. Las escenas más crudas y descorazonadoras están acompañadas de algunos de los más tiernos temas musicales de los 70’s. Así nos lo enseñaron desde la primera GOTG cuando los Guardianes fueron arrestados y preparados como carne de presidio al ritmo de Hooked on a feeling de Blue Swede, y así se vio en GOTG Vol. 2 con Southern Nights de Glenn Campbell musicalizando las trampas de Rocket Raccoon o la matanza de Yondu con Come a little bit closer.
En esta ocasión, la película entera entra en este mismo motto, pues en un sentido muy parecido a Toy Story 3 (una película diseñada para cerrar una trilogía que te va a sacudir sin importar si viste las dos películas anteriores, pero que definitivamente te destrozará si las viste), toda la historia es un momento para romperse, acompañado de alguna de las canciones más hermosas de las últimas décadas, pues ahora que los Guardianes tienen un Zune, su repertorio musical ha llegado hasta los años 2000 (esto no es un spoiler, dado que eso apareció a finales del Volumen 2).
El Alto Evolucionador: en el top de los villanos de Marvel
Chukwudi Iwuji no lleva ni una década en el cine y ya se ha consagrado como uno de los mejores villanos del MCU. Y no es gratuito: el actor nigeriano-británico fue hallado sobre los escenarios de la Shakespeare Royal Company e hizo apenas un par de incursiones en la televisión antes de tener sus primeros papeles. Y ha pasado de personajes temporales, como Mr. Akoni en John Wick 2, a entregarnos a este, el Alto Evolucionador, el cual cumple perfectamente el papel del villano: es despreciable, lo odias y definitivamente quieres que pierda. Es curioso que su origen teatral compagine también con la formación actoral de Tenoch Huerta, quien también entró al top de villanos de Marvel.
Los momentos más álgidos del Alto Evolucionador y su monótono discurso nos hacen entender el propósito del personaje sin llegar a empatizar con él: sabemos por qué hace lo que hace, pero no sabemos por qué se atreve a hacerlo. Lo cual lo deja en la línea perfecta del otro lado de la frontera entre el bien y el mal, donde el espectador termina por entender, justo como los Guardianes de la Galaxia entendieron después de dos películas, el verdadero significado de ser un héroe. Y tú quieres ser un héroe. Oh, sí.
El MCU revivió
Es sólo una expresión, una forma de responderle a todos los haters (porque, efectivamente, esto es parte del discurso del hater promedio) que se afanan con regodeo, casi como si fueran enemigos mortales de los accionistas de Marvel Studios, que el Universo Marvel ha muerto. Los más amables dicen que el MCU agoniza. Pero como decimos en la vida real: “50 fiestas que se me salieron de las manos no me definen como persona”. Del mismo modo, tres películas con errores de CGI, y dos de ellas con guiones endebles, no definen a un estudio que apenas ayer 3 de mayo festejaba 15 años del Universo Cinematográfico de Súper Héroes mejor realizado de la historia.
El gran logro de James Gunn es mantener en esta película la misma sintonía de las dos anteriores: somos una película de Marvel, pero somos OTRA historia de Marvel. Y por “OTRA” nos referimos a “una historia distinta, aparte, que funciona por sí misma, en un universo extraño”. Por supuesto que hacen referencia a las películas del resto del MCU, y no se despegan en nada de él, pero también funciona bajo su mismo mundo: personajes que son retratados como si siempre hubieran estado ahí o que tendrán mucha relevancia, pero que sólo llegaron a cumplir un papel momentáneo en el universo de James Gunn para no volver a aparecer nunca más.
Marvel Studios sigue siendo una inmensa industria creativa. Y justo como en la Fase 2, que se tuvieron graves tropiezos con Iron Man 3, Thor: A Dark World, fueron dos películas las que llegaron a demostrar que ese universo sobreviviría: Captain America: The Winter Soldier y, precisamente, la primera Guardians of the Galaxy.
Pero si te parecía que el MCU ya no tenía nada que ofrecer, esta película te deja con ganas de la siguiente. Y no precisamente la siguiente de esta franquicia. La siguiente de Marvel. Así de buena es.