Continúa el drama legal con respecto a la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft. Esta adquisición, por $75 mil millones de dólares, es considerada la más grande e importante de la industria de los videojuegos y, como tal, está bajo el escrutinio de órganos reguladores de todo el mundo.
Ahora, la Comisión Europea ha declarado que su decisión con respecto a la legalidad de la transacción se retrasará hasta mayo. Se espera que, durante ese tiempo, Microsoft pueda llevar a cabo sus diligencias correspondientes y siga produciendo documentos que ayuden a favorecer la perspectiva de los órganos reguladores de competencia, para que den el visto bueno.
Originalmente, la Comisión Europea tenía como plazo límite el 25 de abril, pero, a raíz de las nuevas entregas hechas por Microsoft, aplazó el término al 22 de mayo, con el fin de revisar la información proporcionada. Además, se espera que busque retroalimentación con respecto al tema por parte de los rivales comerciales de Microsoft, así como de los consumidores, con el fin de llegar a una conclusión informada.
Claro que esto permite que Microsoft pueda seguir adelante con nuevas formas de asegurar la compra, como, por ejemplo, mantener acuerdos con otras plataformas para que, en caso de que la compra se concrete, Call of Duty llegue a ellas. Es decir, Microsoft quiere que todos estén seguros de que la exclusividad de Call of Duty no es algo que esté entre sus planes.