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Todos hemos sido víctimas de los bugs en los juegos, sobre todo si son asiduos jugadores de títulos de Ubisoft y Bethesda. Sin embargo, este término tiene un origen que se remonta a la década de los 70, sí, pero de 1870. Sin embargo, hay una historia que sobresale del resto. Y es que grado de ridiculez y de coincidencias es tan grande que nadie podría haberlo visto venir.
Para empezar, un poco de contexto. Como probablemente sabes, bug quiere decir bicho en inglés, pero quizás no sepas que algunos lingüistas han logrado rastrear el origen de la palabra a la edad media. Y, no, no usaban bug para referirse a un insecto, sino que la palabra bugge se usaba para hacer referencia a monstruosidades.
A pesar de que relacionamos un bug con conceptos recientes, como los juegos de video, las computadoras, el software y la informática, lo cierto es que el término bug ha sido usado para referirse a un error en una máquina desde la década de 1870. En ese entonces, los ingenieros lo utilizaban de manera recurrente en su jerga.
Incluso, el mismísimo Thomas Alba Edison, uno de los más grandes inventores de la historia, utilizó el término bug, para referirse a errores inesperados que se producían en los primeros prototipos de su máquina telefónica, la cual robó en gran medida de Alexander Graham Bell, pero ésa es otra historia. Edison habló de estos bugs en una carta a un colega, la cual fue subastada y vendida por míseros $12,500 dólares americanos.
El término bug se esparció, como una plaga de insectos misma, a lo largo de la historia, al punto de que ya no era propia sólo de los ingenieros, sino que era común en campos como el aeroespacial y hasta la ciencia ficción, como lo demuestra su aparición en el cuento de 1944, To Catch a Rabbit.
Pero, sin dudas, el bug más famoso de la historia ocurrió en 1947, durante el desarrollo de la computadora Mark II, en la Universidad de Harvard. En ese proyecto, trabajaba una científica de nombre Grace Hopper. Así es, por mera casualidad o por alineación cósmica, el nombre de esta mujer es muy similar fonéticamente a la palabra grasshopper, saltamontes o grillo en inglés. Grace cuenta la historia de cómo ella y su equipo encontraron un desperfecto en la computadora de la universidad. En ese entonces, las computadoras eran enormes y ocupaban gran parte de una habitación. Al revisar los componentes de la computadora, el equipo se encontró con una polilla atorada, la cual estaba causando el error. Fascinados por el hallazgo, pegaron la polilla con cinta en una bitácora y anotaron como título de la entrada “primer caso de un auténtico bug de computadora”.
La historia se volvió tan famosa entre los círculos de ingenieros y aficionados a las computadoras que, incluso, la anotación en la bitácora con todo y la polilla pegada hoy está resguardada como parte de la colección del Museo Smithsoniano de Historia Americana.