ChatGPT llegó a hacer una revolución en la creatividad. Desde hace un par de meses que los generadores de imágenes por Inteligencia Artificial se convirtieron en una moda, ya se ha creado un encarnizado debate encabezado, principalmente, por los artistas: durante décadas pensaron que no existirían robots capaces de suplantarlos, y ahora sólo porque medio mundo está vuelto loco con las posibilidades de la IA, sienten amenazados sus trabajos. Es por eso que hay tanto descontento alrededor del último experimento de Netflix, con el que hicieron un anime sólo con IA.
¿De qué trata el anime de Netflix hecho con IA?
Dog & Boy es el ingenioso título que la Inteligencia Artificial japonesa le colocó a esta historia, en la que un chico se hace amigo de un robot en forma de perro (qué adecuado). Este experimento esperaba ser recibido con entusiasmo por parte del público, solamente fue abucheado por el medio de dibujantes, ¿pero por qué? Por la razón que dieron. Según el estudio, se utilizaron ilustraciones de IA por una supuesta “escasez” de dibujantes.
Ahora, ¿de verdad hay pocos dibujantes de anime en Japón? Eso suena a una excusa enteramente corporativa. De lo que seguramente hay escasez es de dibujantes dispuestos a trabajar por un pago muy pequeño y horarios de trabajo castigados, como ya se había acostumbrado en la industria. Curiosamente se alcanza a ver cuál es la opinión al respecto de parte de Netflix: una sola persona ha trabajado supervisando a la Inteligencia Artificial y haciendo las correcciones pertinentes, pero Netflix Japón ha ocultado su nombre y sólo aparece en los créditos como “humano”.
¿La IA está suplantando artistas?
Todo depende de lo que entiendas por suplantar. ¿Que está tomando el trabajo de muchos? Es muy probable que las grandes corporaciones de pronto se ahorren algo de tiempo y dinero solicitando imágenes y textos a la Inteligencia Artificial, del mismo modo que muchos piensan que se puede evitar tener un traductor si se utiliza Google.
En algunos estudios de doblaje ya se están haciendo bancos de las voces de los actores para hacer también doblaje generado por IA. Pero es difícil (ojo, no es imposible, sería tonto decir a estas alturas que algo es imposible) que la calidad conseguida por las máquinas replique la calidad de la creación humana. Y en dado caso de que la calidad y la imaginación lleguen a igualarse, habrá que esperar a que alguien comience a capitalizar la IA. En ese caso, ya veremos si les sigue resultando igual de barato.
¿Tú te animarás a ver este experimento?