La industria de los videojuegos (o cualquier otra industria) tiene un predominio de figuras masculinas. Si le preguntas a cualquier hombre, te dirá que no es cierto, porque hay muchas mujeres, y si le preguntas a cualquier mujer, te dirá que es cierto porque no importa las mujeres que haya, sino el papel que se les permite tener en la industria.
Por suerte, no son pocas las que han logrado sobrepasar los obstáculos de las imposiciones hacia su género, ya sea en el ámbito educativo como en el del entretenimiento, y muchas de ellas han marcado hitos en la historia de los videojuegos, han creado nuestras joyas del entretenimiento y están a la cabeza de importantes desarrolladoras.
Ya sea frente al control o detrás de la programación, hay algunos nombres que deberíamos conocer con la misma importancia que le damos a los de Satoru Iwata, Shigeru Miyamoto, Hideo Kojima y similares. En honor al trabajo que todas las mujeres dentro del gaming representan, dedicamos este artículo.
Carol Shaw: la primera programadora
Nacida en 1955, se graduó a los 22 en Ingeniería Eléctrica y Ciencia Computacional (dos carreras socialmente difíciles para las mujeres) por la Universidad de California. De inmediato entró a trabajar Atari, donde fue la primera mujer en diseñar y programar un juego para la histórica 2600: 3D Tic-Tac-Toe. De ahí continuó con Video Checkers de 1980 y su mayor trabajo en 1982, River Raid. Cuando concluyó la programación de Happy Trails en 1983, se alejó de los videojuegos para volver cinco años después para River Raid II. Se retiró en 1990 de la industria, pero la ha seguido como fanática
Roberta Williams: co-fundadora de Sierra Entertainment
Dos años mayor que Carol Shaw. Para 1979 (cuando tenía 26 años) era un ama de casa con dos hijos y ninguna experiencia particular en computadoras, salvo los primeros juegos narrativos que aparecieron para las primeras computadoras Apple. Así se enganchó con los títulos de aventura como Colossal Cave; dado que su esposo Ken sí trabajaba en la programación y veía un potencial en la industria de los videojuegos, recibió ayuda de él para aprender a programar y en ese año concluyó su primer trabajo para la Apple II: Mystery House. Para sorpresa de Williams, el juego fue un éxito. Gracias al dinero obtenido con el juego, el matrimonio fundó Sierra On-Line que años después se convertiría en Sierra Entertainment. Se retiró de la programación en 1999, pero este 2021 publicó su primera novela para seguir explotando su gusto por la narración: Farewell to Tara.
Dona Bailey: la primera creadora de un arcade
Esta graduada en psicología tenía 23 años cuando entró a trabajar a General Motors en 1978 donde aprendió lenguaje de programación. Al volverse fanática de la canción ‘Space Invader’ de The Pretenders, un amigo suyo le explicó que estaba basada en un arcade y la llevó a conocer el juego. Bailey se dio cuenta que el display del gabinete no era muy distinto a aquel que ella había conocido trabajando con el Cadillac de GM y así, en 1980 entró a Atari. La compañía tenía (según una entrevista dada por Bailey) una libreta con casi 30 ideas para juegos, donde ella eligió el juego donde había que dispararle a un insecto gigante. Así se volvió la desarrolladora de software e ingeniera de software de Centipede, la segunda arcade más vendida de Atari. Se retiró en 1985, cuando trabajaba para Activision, según sus propias declaraciones: por la presión y las críticas de sus compañeros hombres.
Anne Westfall: bajo sus propios términos
Cuando tenía 30 años era programadora para la firma de Ingeniería Civil, Morton Technology, y al poco tiempo entró a trabajar con el hombre que después se volvería su esposo, Jon Freeman, en Epyx. Pero un año después, en 1981, ambos salieron de la compañía (que el mismo Freeman había co-fundado en 1978) para crear su propia desarrolladora: Free Fall Asociates, donde trabajarían en juegos para computadora sin estar atados a las políticas que Epyx debía manejar debido al crecimiento que empezaban a tener por diseñar para Atari. Ellos dos, junto al diseñador Paul Reiche III, crearon dos de los juegos más vendidos y aclamados en la primera fase de existencia de Electronic Arts: Archon y Archon II, y posteriormente Archon Ultra.
Brenda Laurel: pionera de la realidad virtual
La doctora Laurel, además de programadora, académica y prácticamente creadora de la Realidad Aumentada, es activista por la diversidad y la inclusión en los videojuegos. Se volvió conocida cuando en 1986, a sus 36 años, se publicó su disertación de doctorado llamada “Hacia el Diseño de una Computadora basada en un Sistema de Fantasía Interactiva”, que sentó las bases para su libro de 1993, ‘Computers as Theatre’. De 1980 a 1983 trabajó para Atari en la División de Computadoras Caseras en lo que concluía su doctorado. Luego cayó en Activision de 1985 a 1987. Después de ese período se volvió consultora para LucasArts Entertainment. En 1989, junto a Scott Fisher, fundó Telepresence Research, una compañía basada en la interacción de primera persona entre las personas y las computadoras, lo que sentó las bases para que otros pudieran desarrollar la Realidad Virtual, la Realidad Aumentada e, incluso, las videoconferencias y los actuales multijugador en línea.
Amy Briggs: otro tipo de juegos son posibles
Si la vida te da limones, haces limonada. Y si el mundo te da estereotipos, los aprovechas. Amy Briggs vio una brecha en el mundo de los videojuegos que, para ese entonces, aún consideraban que su público era masculino porque “las aventuras son para hombres”. Por lo tanto, aprovechó sus enormes aptitudes para la escritura y le propuso a sus jefes en Infocom el crear una novela romántica interactiva, “un videojuego para mujeres”. Su inspiración fue, principalmente, que no había ningún otro juego como el que ella deseaba jugar, así que lo inventó. Pero la existencia de Plundered Hearts permitió que desde una época tan temprana como 1987, la industria pudiera ver que los videojuegos podían ser más que plataformas y disparos. Briggs trabajó como consultora para otros videojuegos, pero en la actualidad tiene una compañía que se especializa en la ingeniería de datos humanos y psicología cognitiva.
Doris Self: la primera gamer competitiva… y la más longeva
¿Puedes creer que en la actualidad aún haya gamers que defienden que hay pocas mujeres en el medio porque “a las mujeres casi no les gustan los juegos”? Desde 1984 ellas ya participaban en concursos de gaming, y Doris Self hizo historia no sólo por entrar a una competencia de Q*bert, sino porque tenía 58 años cuando lo hizo. En el torneo de Twin Galaxies de ese año, la señora Self marcó un récord de 1,112,300 puntos. Aún cuando la victoria le ganó un récord Guinnes como “La Jugadora Competitiva de Más Edad”, no se detuvo ahí, y fue miembro honoraria del Equipo Nacional de Videojuegos de Estados Unidos, con quienes viajó para distintas competencias. De hecho, se preparaba para una competencia en 2006 cuando murió a causa de las heridas provocadas por un accidente automovilístico. Tenía 81 años.
Linda Guillory: coleccionista de primera categoría
Ya que hablamos de récords Guinness, hablemos de Linda Guillory, que a sus 51 años es la mayor coleccionista de consolas y sistemas de videojuegos en el mundo, residente de Richardson, Texas.
Bonnie Ross: la madrastra de Master Chieff
De desarrolladora de videojuegos a Vice-Presidenta Corporativa en Xbox Game Studios, a ser la cabeza de 343 Industries, el estudio que maneja la franquicia de Halo. Ross ha pasado prácticamente toda su carrera profesional trabajando para Microsoft (salvo un pequeño período en IBM después de sus estudios de Comunicación Técnica y Ciencias de la Computación en la Universidad del Estado de Colorado. Su primer videojuego fue un título de basketball para Mattel. A finales de los setenta. Dado su trasfondo en la programación de videojuegos, fue la elegida por Microsoft cuando Bungie, la desarrolladora original de Halo, se separó de la empresa en 2007. Eso, y el hecho de que nadie en Microsoft parecía conocer mejor la franquicia del juego como Ross.
Kimberly Swift, los mejores juegos de Valve
Uno de los mejores fichajes en la historia de Valve fue el de esta programadora nacida a principios de los 80. Sus trabajos en títulos memorables como Portal y Left 4 Dead la colocaron entre las figuras más influyentes dentro de los videojuegos de la actualidad. Eso la llevó a ser una de las mejores armas con las que Google Stadia pudo haber desarrollado grandes títulos… si no hubiera cerrado su división de desarrollo. Un hecho que Microsoft aprovechó para ofrecerle trabajo a algunas mentes brillantes y así consiguió a Swift, quien ahora trabajará para que los estudios independientes lleven sus juegos al Xbox Cloud Gaming.
Parece que cometimos un pequeño error en este título. No debimos decir que son las mujeres más importantes, sino “algunas” de las más importantes, pues la lista aún es larga pero el espacio es reducido. En tu reflexión personal, ¿consideras que hay una brecha de género dentro del gaming? En tu experiencia como jugadora o desarrolladora, ¿encuentras obstáculos dentro del medio? ¿Te gustaría que esta lista tuviera una segunda parte?