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Más o menos cada semana nos enteramos de un nuevo tema que ha resultado “ofensivo” o “inapropiado” en el mundo del entretenimiento, y nos encanta culpar a la “generación de cristal” diciendo que antes, en aquellos tiempos de oro de la vieja escuela, esas cosas no pasaban. Pero no hay nada más falso.
En realidad, las quejas, cancelaciones, censura y todo eso han existido desde que el ser humano decidió divertirse. Y en específico en el mundo de los videojuegos, prácticamente existen desde el momento en el que algo controlado por alguien se movió dentro de una pantalla. Así que no te dejes engañar: la vieja escuela era tan censora como la nueva.
¿Pruebas? ¿Quieres pruebas?
Violencia en baja definición
Desde la aparición de la primera arcade (la cual, por cierto, fue un fracaso porque era muy difícil de jugar), los videojuegos duraron solo 5 años en el mercado antes de protagonizar su primera controversia. En 1976 apareció el abuelo de los videojuegos violentos: Death Race, que no era más que una versión del entonces novedoso ‘Pong’, en el que no solo tenías que golpear una pelotita, sino que debías golpear la mayor cantidad de “gremlins” posible en el camino. No suena mal. El problema fue que le pusieron demasiado entusiasmo, y cada vez que alguien golpeaba a uno de los monstruillos, se escuchaba un gritito “ahhhk” y una tumbita aparecía donde había ocurrido. A la gente le desagradó tanto que las protestas no se hicieron esperar y los fabricantes tuvieron que sacar a Death Race del mercado. Hablando de generaciones de cristal, ¿eh?
Cultura de la violación en el Atari
En 1982, una desarrolladora llamada Mystique tuvo la idea de ensalzar a una personalidad de la historia estadounidense con un videojuego pornográfico. Y esto no es crítica, en verdad Mystique se propuso hacer un juego sexual. Esto no era en sí el problema (pues finalmente así se publicitó). El problema fue el cómo. En Custer’s Revenge, había que controlar al héroe de la Guerra Civil, George Armstrong Custer para escapar de una lluvia de flechas hasta llegar a una mujer con la que debías tener relaciones para ganar puntos. La ira de los consumidores se desató porque la mujer, una nativa americana, estaba atada a un poste, por lo que era claro que se trataba de una violación (y en nada ayudaba que Custer hubiera peleado también en las Guerras Indias. 250 protestantes (¿sólo 250?) se reunieron en el lugar donde apareció el juego por primera vez. Esta enferma y retorcida idea de entretenimiento, después de todo, no tuvo mucho éxito.
Trampa Nocturna
En 1993 apareció un juego bastante innovador llamado ‘Night Trap’ para el Sega CD. El juego, animado casi en live-action era como una película interactiva. Tú eras un policía que vigilaba con cámaras a un grupo de mujeres en una pijamada, las cuales no tenían idea de que varios hombres planean robar la casa en la que están. Tu deber: activar distintas trampas para interrumpir a los agresores y permitir que las chicas pasen su noche lo mejor posible. Sí, la trama es un poco creepy (¿por qué vigilas a un grupo de adolescentes?) pero no era para que el gobierno estadounidense lo tildara de “vergonzoso”, “ultraviolento”, “enfermo” y “desagradable”. El juego tuvo que ser retirado de las tiendas Toys “R” Us y F.A.O. Schwarz.
Fatality
Mortal Kombat fue el primer videojuego en la historia en mostrar violencia realista y cruda. Y el hecho de ser lanzado el mismo año que Doom y Night Trap no lo ayudó en nada a pasar desapercibido ante el Congreso de Estados Unidos. Todo lo que te puedas imaginar que se dijo sobre este título, fue dicho en audiencias legales. Las quejas fueron tantas que un año después, en 1994, tuvo que ser creada la mítica e indispensable ESRB, cuyas clasificaciones han decorado las cajas de los videojuegos desde entonces.
Jack Thompson, el patrono de los antivideojuegos
Antes de la masacre de Columbine, existió el tiroteo de la secundaria Heath. Y antes de tus tías, existió Jack Thompson, la primera persona en llevar sus quejas sobre videojuegos y una petición para que fueran restringidos a las cortes. Este abogado investigó al responsable del lamentable tiroteo de 1997 y encontró que el muchacho era un ávido jugador de Quake, Castle Wolfenstein, Redneck Rampage, Nightmare Creatures, MechWarrior, Resident Evil y, por supuesto, Doom. El hecho de que la demanda de Thompson estuviera firmado por los padres de 3 de las víctimas del tiroteo no consiguió que Thompson erradicara la violencia de los medios de entretenimiento. De hecho, después le fue revocada su licencia por la Suprema Corte de Florida, por comportamiento inapropiado, falsear declaraciones en los tribunales y humillar a otros abogados. Y no, Thompson no aprendió su lección: en 2006 repitió su intento, pero ahora al demandar a diversas compañías de videojuegos, y todo por un título en específico. A que no adivinas cuál.
Grand Theft Auto
El nombre ya es controversia. Vice City fue lo que llevó a Thompson a reemprender su cruzada contra los videojuegos. Es casi un milagro que GTA 6 esté por salir después de todo lo que ha mostrado la franquicia: drogas, prostitución, lenguaje fuerte, uso de alcohol, crimen en las calles, guerras de pandillas… no te podemos decir nada más que no hayas escuchado o visto antes.
“No exageren”
Una controversia no es precisamente una mala noticia. En 2005, el Dr. Henry Jenkins, profesor de Comunicación, Periodismo y Artes Cinematográficas en la Universidad de Carolina del Sur demostró que no hay relación alguna entre los videojuegos y la violencia. En su investigación, analizaba el dato que los detractores de los juegos ofrecían, de quela mayoría de los crímenes violentos eran cometidos por personas menores de 30 años, y que estas cifras iban en escalada. Pero los resultados de Jenkins fueron bastante lógicos: 90% de los varones adolescentes y 40% de las mujeres de la misma edad jugaban videojuegos, y esto no significaba que un porcentaje similar de la población estuviera cometiendo crímenes. Bastante sentido común, de hecho. Te amamos, Dr. Jenkins.
Hemos obviado muchos datos en este top que tienen que ver con regulaciones sobre la venta y distribución de videojuegos, otros los desarrollamos en nuestro video “Las Mayores Controversias de los Videojuegos” que te dejamos al final de este artículo (por si te quedaste con hambre) y otros… sencillamente no los conocemos. Si tú recuerdas alguna anécdota controversial, estaremos más que felices de leerla en el Facebook de Nación Gamer.
No queremos irnos sin dejarte una reflexión: sabemos que los videojuegos no crean personas violentas. Los criminales están ahí afuera, pero algunos también toman controles de videojuegos. Y no es culpa de este entretenimiento. Así que ayúdanos a mantener en alto el nombre del Gaming: sé amable con tus contrincantes, respeta los gustos de los demás, evita los insultos en las partidas online y cuida tus datos personales: hay muchos estafadores por ahí. Recuerda que esto es por la diversión, así que mantenlo divertido.