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Sabemos que, en un videojuego, podemos tener varias vidas. Como gamers, también nos han tratado de insultar diciendo que nos consigamos una vida. Hemos gastado infinidad de vidas en nuestros juegos favoritos y hemos salvado las vidas de millones con los diferentes rostros del héroe, pero es hora de hablar del impacto que tienen los juegos de video en la vida real. Y es que sí, pese a lo que creían los papás de antes, los videojuegos no te arruinarán la vida, sino que, incluso, como veremos en algunos casos en este video, los juegos han sido capaces de salvar vidas.
De héroes en el juego a héroes en la vida real
En primera instancia, tenemos los casos de niños y jóvenes que, gracias a algo que aprendieron en los juegos de video, fueron capaces de salvar vidas reales. Por ejemplo, el caso de un joven jugador de World of Warcraft, quien, junto a su hermana, decidió tomar un atajo a casa. Por desgracia, se encontraron con un alce, quien los vio como una amenaza. Para que su hermana pudiera salvarse, el niño usó dos técnicas que había aprendido al jugar WoW. Primero, llamó la atención de un alce, pues sabía que hacer un “taunt” servía para que los enemigos se enfocaran en ti y poder despacharlos uno por uno. Y, una vez que su hermana estaba libre de peligro, el niño usó una técnica más del juego y se hizo el muerto, hasta que el alce perdió interés y se fue.
Otro caso fue el de un joven jugador de GTA, quien viaja junto a su abuelo en auto. La tragedia ocurrió cuando su abuelo perdió el conocimiento, por lo que el gamer tomó control del auto y lo dirigió, sin saber manejar, lo suficiente como para evitar un accidente fatal. De acuerdo con su testimonio, intuyó cómo virar el volante del auto de las horas que había pasado jugando GTA.
¿O qué tal un jugador filipino de Counter Strike, quien se encontró con un objeto extraño y potencialmente mortal mientras jugaba en la calle con sus amigos? Gracias a su experiencia en el juego, pudo reconocer que se trataba de una granada de fragmentación, por lo que rápidamente llamó a las autoridades, para que se hicieran cargo.
Casos como éstos abundan en las noticias y, aunque no lo sepamos o nos demos cuenta, nos demuestran que jugar nos está aportando más que entretenimiento. Nos enseña habilidades y nos dan conocimiento que quizás nos puedan ser de utilidad en el mundo real.