May the 4th be with you! Para continuar con las celebraciones del Día de Star Wars, vale la pena detenernos a analizar de dónde viene La Fuerza y cómo surgieron los Jedi. Pero no dentro del universo Star Wars, sino cuáles fueron las inspiraciones de George Lucas para construir esta mitología que hoy festejamos. Y es que, como en todo lo que hizo Lucas, La Fuerza y los Jedi se alimentan de muchas tradiciones, conceptos y culturas para entregar algo único que ha marcado generaciones de fans.
¿Qué es La Fuerza?
La Fuerza es lo que le da a un Jedi su poder. Es un campo de energía creado por todos los seres vivos. Nos rodea y nos penetra. Une a la galaxia.
Yoda
Este concepto en Star Wars toma prestados conceptos tanto orientales como occidentales. Por ejemplo, se ha interpretado a La Fuerza como una voluntad universal, una energía ominpresente y ominpotente, equiparable con el dios de una religión monoteísta. Se habla, muchas veces, que La Fuerza tiene voluntad, un designio, que es capaz de comunicarse con los seres vivos a través de los midiclorianos, organismos simbióticos que Lucas creó a partir de la mitocondria. La Fuerza, desde esta percepción, es casi como un ser unitario que, desde su infinita sabiduría y poder, rige la galaxia de forma indirecta.
Por otro lado, La Fuerza también toma el concepto del Prana. En el budismo, Prana se traduce como fuerza vital o principio vital. Es energía que penetra a todos los seres vivos e, incluso, objetos inanimados, en todos los planos de la realidad. Incluso, el Prana funge como conector de todos los elementos entre sí.
También del budismo, pero en este caso, en el que es practicado en Japón, tenemos otro aspecto de La Fuerza. En Star Wars, salvo quienes han alcanzado un nivel de consciencia superior, la muerte lleva a “Volverse uno con La Fuerza“. En este sentido, La Fuerza es también un plano de existencia, un cosmos, un todo en el que se existe más allá del mundo terrenal, pero del que todos venimos y al que todos volveremos. Algo similar es lo que propone el filósofo Daisaku Ikeda. Ikeda propone la imagen mental de una ola en el océano. Por un momento, la ola es identificable, podemos ver la cresta, su forma, su movimiento. Vemos la ola por encima del todo, que es el mar, y sabemos que es una ola. Pero, cuando la ola choca contra la orilla, la ola vuelve al mar, de donde vino. La ola, entonces, no es más que otra forma que toma el mar por un instante, antes de volver a ser mar. Así funciona La Fuerza y la vida misma en Star Wars ya que, al morir, se regresa a La Fuerza y se hace uno con ella. Se regresa al origen.
Por otra parte, la noción de que existe una dualidad inherente en La Fuerza, un Lado Claro y un Lado Oscuro es tomado directamente tanto de las interpretaciones judeocristianas de la lucha del bien contra el mal, la luz contra la oscuridad, así como de conceptos taoístas como el propio símbolo del Ying y el Yang, una noción que necesariamente busca balance. Hay un poco de negro en el blanco y un poco de blanco en el negro y ambos necesitan coexistir y no consumir uno al otro. Ese propio balance también puede interpretarse como una versión del justo medio aristotélico que denuncia la corrupción que existe en los extremos y llama a una vida virtuosa a través de encontrar balance.
Por último, vale la pena desmembrar la frase “May The Force be with you“. Malamente traducida como “Que La Fuerza te acompañe”. En realidad, esto tiene connotaciones mucho más profundas, tomadas de la tradición cristiana. En el cristianismo, se dice la frase “Que El Señor esté/sea contigo“, una cuestión que varía debido a que no todos los idiomas cuentan con la distinción del ser y el estar. En esencia, pedir que El Señor sea contigo es una manifestación de la divinidad propia de dios, ya que, dada su omnipresencia, es casi redundante hablar de que dios esté con alguien, ya que está en todas partes todo el tiempo.
En el caso de La Fuerza, cuando decimos May The Force BE with you tenemos que pensar necesariamente en que, en inglés, no existe distinción entre ser y estar, por lo que la traducción más correcta, en cuestión espiritual, sería ser, una plegaria para que La Fuerza se manifieste dentro de ti, que ejerza su voluntad a través de uno. Justo como sucede en el rito cristiano.
¿De dónde vienen los Jedi?
Como La Fuerza misma, los Jedi son una amalgama de figuras, prácticas y conceptos reunidos en una sola religión de monjes guerreros, para entenderlo en contextos que conocemos.
Los Jedi, por ejemplo, toman parte de su concepción de los samurái, los guerreros del Japón feudal. Tanto sus hábitos, similares a los kimono japoneses, como sus formas de combate con el sable de luz son tomados directamente de la tradición japonesa. Por ejemplo, sabemos que el sable de luz es el corazón del Jedi, de la misma forma que la katana es considerada el alma del samurái. En esta mística, la espada no es vista solamente como una herramienta, sino como un objeto que, por sí mismo, admite respeto y reverencia. Vale la pena recordar, en este caso, lo dicho por la maestra Luminara Unduli en Clone Wars:
El cristal es el corazón de la espada. El corazón es el cristal del Jedi. El Jedi es el cristal de la Fuerza. La Fuerza es la espada del corazón. Todo está entrelazado: el cristal, la espada, el Jedi. Somos uno.
Luminara Unduli
Y así como los samurái tenían diferentes tipos de espada, dependiendo de su largo, los Jedi no tenían un sable único. Veamos, por ejemplo, el estilo de combate y los sables de Ahsoka Tano. Ahsoka usa un sable de luz junto con un Shoto, un sable más pequeño que le permite combatir a dos manos. Esto es tomado directamente de la técnica de combate samurái conocida como daishō, en el que se usaba una katana y un wakizashi a dos manos.
De hecho, muchas de las formas de combate en Star Wars se equiparan o se inspiran directamente de técnicas samurái de combate con espada, aunque, claro, también hay formas tomadas del combate con espada europea, como la esgrima.
La clase de monje guerrero puede tomarse de tres lugares diferentes: los Caballeros Templarios, los monjes budistas Sōhei y los monjes Shaolín. Estas tres estirpes, como los Jedi, se caracterizan por tener prácticas religiosas en su núcleo, pero también por ser parte de castas guerreras, casi siempre, con la religión como principio a defender. De hecho, la noción de que los Jedi no pueden generar apegos románticos viene tanto del celibato que los Caballeros Templarios estaban obligados a cumplir como parte de sus votos monásticos, como de las nociones budistas del desapego.
Cabe resaltar que la tradición marcial Shaolín sirvió de inspiración para la forma de combate de Darth Maul, con un sable de luz doble y movimientos acrobáticos. Aunque Maul no fue ni el primero ni el único practicante en utilizar un sable de luz doble como arma predilecta, es el más famoso. Esto es tomado directamente del combate con Bo, literalmente traducido como palo, un bastón o báculo que ha aparecido en otros medios, también tomado directamente de los monjes, como es el caso de Goku, Donatello o el Avatar Aang.
Como podemos ver, la afición de George Lucas por la mitología comparada, gracias en parte al trabajo de Joseph Campbell, dio como resultado estos sincretismos. Podemos pasar días diseccionando referencias culturales y históricas en Star Wars, que van desde la caída de Roma hasta la quema del Reichstag, pasando por el mito de la concepción inmaculada, pero esas historias quedan pendientes para otro día. Que la Fuerza sea con ustedes.