En general, amamos los videojuegos porque nos transportan a realidades fantásticas con reglas muy distintas a las de nuestro mundo, a futuros de guerras espaciales o pasados llenos de misterios y magia. A tierras donde las tortugas son malignas y los erizos veloces, a torneos de peleas internacionales e interdimensionales.
Y en toda esta gama de posibilidades, es aún más sorprendente que en uno de los mejores juegos de la historia seas un ser humano común y corriente en una ciudad como muchas en el mundo, sin más poder que el del dinero y tu voluntad. Hoy ahondaremos en una pregunta cuya respuesta todos intuimos y no se puede responder brevemente: ¿por qué triunfó Grand Theft Auto San Andreas?
Como la vida misma
¿Has notado que en el mundo de los juguetes, mientras más cosas “normales” puedan hacer, resultan más sorprendentes? Una muñeca cualquiera no es tan sorprendente como una muñeca que “come comida” o “bebé” de un biberón. Incluso es entendible que alguien haya hecho una muñeca a la que le tengas que cambiar el pañal.
Nos fascina ver que inventos artificiales, como una muñeca o un videojuego, imiten a la vida porque es como un acercamiento a la Inteligencia Artificial. O mejor dicho, a la Vida Artificial. A nadie le sorprende que su perro o su gato tengan hambre, es normal, porque están vivos. No fue lo mismo cuando los Tamagotchi te recordaban que debías invertir tiempo en alimentarlos.
Ese fue uno de los muchos detalles añadidos en GTA San Andreas: el hambre. La cual funcionaba dentro de algo más complejo. En busca de un estilo de juego con progresión de RPG, Rockstar ofreció a los jugadores la posibilidad de personalizar a Carl “CJ” Johnson, de modo que aunque sea el mismo personaje principal para todos, no todos los jugadores lo usarían igual.
Tatuajes, cortes de cabello y ropa son solo el principio para que tu personaje tome el rumbo que quieres. Con distintas rutinas de ejercicio y hábitos de alimentación, alterarás la complexión de CJ, lo que junto a tu imagen, cambiará la forma en la que tus reclutas del bajo mundo criminal te vean. Justo como en la vida real.
Y un personaje así de real habría sido una verdadera pérdida de tiempo si no tuviera un mundo equivalente en el cual desarrollarse.
La ciudad de San Andreas
Ahora nos resulta algo cotidiano, pero intenta recordar cuando los juegos Sandbox no eran tan comunes. En Resident Evil también existen ciudades, y haces recorridos por las calles. Pero están limitadas por secciones, escenarios al estilo de un set cinematográfico que, de alguna manera, nos recuerda que la programación del juego tiene límites.
En los cuatro títulos anteriores que le precedieron (GTA, GTA 2, GTA III y GTA: Vice City) existía esta misma sensación, aún cuando se trataba de ciudades completas. Esto ocurría por algo tan sencillo como las pantallas de carga, que aparecían cada vez que se cambiaba de “sección” de la ciudad.
Ahora nada nos impedía recorrer la totalidad de la ciudad ficticia de San Andreas. O casi nada, pues si no habíamos cumplido las misiones necesarias para desbloquear otros puntos del mapa, podíamos vernos atrapados en una persecución contra las fuerzas del orden, lo cual constituye el último gran punto para hacer de este un juego memorable, aquel que le daba su valor y, al mismo tiempo, que lo hizo controversial.
Tu propia película de acción
Ya teníamos un personaje que se veía como nosotros quisiéramos, en un mundo que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Ahora solo faltaba que pudiera hacer cualquier cosa que nos propusiéramos. Cuando jugamos The Legend of Zelda, podemos desenvainar la espada en cualquier lugar, pero no podemos golpear a los habitantes de Kakariko Village porque… no. Es decir, podemos intentarlo, pero el ataque no causa daño alguno.
En cambio, en GTA San Andreas cada acción tiene consecuencias. Sacar tu arma en medio de una calle concurrida hará que algunos peatones se asusten. Detener un auto, bajar al conductor y llevarte el vehículo para recorrer la ciudad es prácticamente la insignia del juego. Puedes pasar de un criminal menor perseguido por la policía a un peligroso capo de la mafia que debe ser asegurado por un equipo SWAT.
Y esto podría parecer el paraíso para nuestras fantasías sociópatas. Pero es, en realidad, un experimento de diversión. Porque finalmente es un juego en el que existe la ley, solo que nos da la oportunidad de romperla, siempre y cuando estemos dispuestos a pagar las consecuencias.
Así podíamos convertirnos en señores del crimen a nuestro propio ritmo. Eligiendo las misiones que se acomodaran a nuestro gusto, ya sea cumpliendo contratos de sicario, como intentar conducir un auto respetando el reglamento de tránsito. Con tanto realismo, parece que solo hay una cosa que dejaron fuera del juego. Pero no, ahí estaba.
Café Caliente
CJ puede comer, puede ejercitarse, nadar (otro añadido en comparación a Vice City), aprender a pelear, usar una gran cantidad de armas, conducir vehículos de tierra, agua y aire… todo lo esperable de la Thug Life de un gángster contemporáneo. En su versión original, GTA: San Andreas incluía una escena de sexo explícito que, de hecho, era un minijuego del mismo. Por supuesto, en lugar de borrar esta modalidad del juego, solamente la ocultaron.
Era cuestión de tiempo para que alguien la encontrara. Y ahí fue donde PatrickW (en la vida real, Patrick Wildenborg, un creador de mods para juegos de 38 años) liberó un parche llamado “Hot Coffee” en el cual se podía entrar a este mini-juego mal renderizado.
Sobra decir que esto causó un revuelo alrededor del mundo que provocó que las tiendas tuvieran que cambiar las copias por otras que indicaran la nueva clasificación de la ESRB, que advirtiera de las insinuaciones sexuales. Hasta Rockstar Games tuvo que liberar un parche llamado “Cold Coffee” para inhabilitar el mod e incluso en Australia el juego fue prohibido por completo.
Lo cual es muy curioso: la mayoría de los países parece aceptar muy bien un juego que implique el manejo de armas y la conducción irresponsable de vehículos, pero la agresión solo empieza cuando hay sexo de por medio. El mundo, ¿eh?
El Rockstar de Rockstar
En promedio, GTA: San Andreas obtuvo una calificación de 95/100 en todas sus reseñas (un número increíblemente alto). Según Metacritic, es uno de los 5 mejores juegos en la historia del PlayStation 2. Para IGN, consiguió 9.9/10, la puntuación más alta otorgada a cualquier juego de esa consola. Obtuvo un Editor’s Choice Award en GameSpot, calificación 10/10 en la publicación oficial de la U.S. PlayStation Magazine y una calificación de A en 1UP.com.
Y todo indica que lo único que evitó que su calificación fuera perfecta, eran los gráficos. Que para algunos eran aún un tanto burdos incluso para la época. Pero ¿quién le pone atención a los gráficos cuando sabemos que la memoria del juego fue invertida en una experiencia única?
De entre todas las vidas alternas que podemos experimentar frente a una consola, parece ser que la de convertirnos en un señor del crimen del bajo mundo en una ciudad llena de inseguridad, drogas, alcohol y problemas con la ley es una de las más fuertes, y que convirtió a GTA San Andreas en una auténtica Leyenda del Gaming.