El pasado jueves, la comunidad gamer recibió una sorprendente noticia que no fue ni tan sorprendente ni tan noticia: la E3 del 2023 ha sido cancelada. Y no fue ni sorprendente ni fue noticia porque, además de que ya se hacían sonar los rumores de la inminente cancelación, en realidad al grueso de la comunidad gamer ya ni siquiera le llama la atención la E3. ¿Pero esto es un fenómeno exclusivo de esta convención o, en general, las convenciones de videojuegos han perdido su función gracias a las transmisiones digitales?
Convenciones de videojuegos: ¿para qué?
Cualquier día de estos nos puede pasar: nos despertamos y resulta que Nintendo anuncia que, al día siguiente, a las 8 de la mañana, hará una transmisión en directo para presentar sus próximos grandes juegos del próximo semestre. Con menos de 24 horas de anticipación, tiene 4 millones de espectadores (más o menos, ¿no?) que entraron gratuitamente y se vuelve tendencia de un día para otro. Se ahorró el costo logístico de conseguir un lugar, llamar a prensa, y una planeación que pudo llevar meses se realiza en un par de semanas.
Y así lo puede hacer Sony o Blizzard o Capcom o Microsoft. Con todo esto parecería que los eventos presenciales de videojuegos se han vuelto irrelevantes. Pero si es así, entonces, ¿por qué hay tanta gente en eventos como el Gamergy? Si a cualquiera de nosotros nos ofrecieran un boleto para entrar gratuitamente a una de estas convenciones lo tomaríamos con gusto. ¿Qué ofrecen las convenciones presenciales que no se puede hacer a la distancia?
Es difícil explicarlo, pero se resume en: contacto humano. Por supuesto que los videojuegos y el Internet van y deben ir de la mano: de no ser por ellos, todavía más gente habría perdido su paz mental durante la cuarentena del Covid-19. Pero cualquiera estará de acuerdo en que, por más buena que pueda ser una noche jugando en línea con el escuadrón, es mucho mejor si todos logran reunirse en el mismo lugar y jugar un multijugador local.
Pros y contras de las convenciones presenciales
No nos vamos a meter en los gustos de los mismos gamers en este punto porque el gusto se rompe en géneros, pero hablemos en términos comerciales. Definitivamente para una compañía saldrá mucho más barato preparar una presentación por Stream (que no fácil, precisamente) que rentar un Centro de Convenciones, transportar invitados, ofrecer catering, etc. De la misma forma, los estudios se ahorrarán una buena cantidad de dinero de no pagar su entrada a un evento como la E3 que haciendo su propio streaming (que fue, precisamente, la razón por la que la E3 decayó).
Por otro lado, los eventos presenciales son la mejor forma de que los gamers prueben el nuevo hardware de las compañías. Los demos de los videojuegos podrían liberarse tanto de forma digital como de forma física. Sin embargo, pensar que con las demos digitales basta es creer que todo mundo tiene una consola, y no es así: un joven gamer podría visitar uno de estos lugares para probar qué consola prefiere.
Y cualquier organizador de torneos de gaming te dirá que siempre es mucho más fácil y justo realizar un torneo adecuado de forma presencial: evitas cualquier posible hackeo, el evento se vuelve más competitivo y nada como escuchar los gritos de la afición durante una victoria. Y dado que los eSports se están volviendo una industria redituable y cada vez más popular es muy seguro que estos eventos presenciales sigan siendo una medida adecuada para los lanzamientos.
Conclusión
Aunque podría parecer que los eventos digitales son la mejor forma en la actualidad de presentar nuevos juegos, en realidad nada superará al factor de interacción humana. Pero eso es muy distinto a decir que la E3 es necesaria: esa convención perdió mucha fuerza precisamente por no apostar por la interacción, sino sólo por las ganancias. Quizá la época de la E3 ya terminó, pero no dudamos en que su lugar podría ser tomado por algún nuevo contendiente.
¿Tú qué opinas? ¿Te gustan más los eventos físicos o digitales?