Se estrenó el live action de ‘One Piece’ y parece ser la excepción a la regla: ¿les quedó bien?

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No hay que sentirnos mal: nadie esperaba nada supremo del ánime de One Piece. Y teníamos razones para dudar: después de ver lo que las productoras occidentales le hicieron a series maravillosas como Death Note, Cowboy Bebop, Saint Seiya y, el ejemplo más lamentable de todos, Dragon Ball, ¿cómo íbamos a confiar en que algo bueno saldría en el live-action de One Piece? Ni siquiera la bendición de Eiichiro Oda nos daba confianza (finalmente Saint Seiya salió con la aprobación de Masami Kurumada). La serie acaba de estrenar este último día de agosto y… las críticas dicen que… ¿está buena? ¿En serio?

Críticas sobre la serie One Piece de Netflix

Es necesario darnos entender qué es lo que esperamos de una adaptación. Un ánime es, finalmente, una adaptación que proviene del manga. Sólo que aquí podemos aclarar que se trata de una adaptación 100% fiel porque incluso se llegan a replicar viñetas enteras, ilustraciones, cuadros. Muchas veces, cuando vemos una adaptación live action de cualquier tipo de animación, lo que queremos es ver exactamente la misma escena pero interpretada por actores de carne y hueso. Y en ese sentido… eso no es una adaptación. Porque si lo que queremos es ver el mismo contenido del ánime, ¿por qué entonces mejor no vemos el ánime? ¿Por qué gastar millones de dólares en un live action?

Por su puesto, eso es lo que algunos dicen: ¿por qué el live action si el ánime funciona tan bien? Porque queremos contar la misma historia con otro lenguaje. Pero eso no implica que usemos las mismas palabras. ¿Para qué todo este rodeo? Para entender por qué la mayoría de las críticas hacia One Piece han sido positivas. El público está aprobando One Piece, tanto el público fanático como el que no lo es. Y esto es mucho más curioso, pues generalmente, el público que no conoce las franquicias se mantiene a raya de este tipo de contenidos. La adaptación de Netflix podría ser el primer paso para nuevos fanáticos de One Piece.

Es verdad, aquellos que se declaren absolutamente puristas de One Piece no apreciarán del todo la serie. Pero por detalles narrativos que nada tienen que ver con la hechura de la serie: ésta quedó bien. El CGI es justo y necesario y tiene un brillo extraño que nos hace sentir en una tierra enrarecida. Ni exagerado ni barato. ¿Recuerdas cómo se dice constantemente que los cosplayers suelen hacer mejores vestuarios y mejor producción de los productores de los live action? Pues en esta ocasión es como si se hubieran puesto de acuerdo para hacer cosplays eficientes: la transición de personajes animados a personajes vivos es muy buena. E incluso los poderes, que podrían verse de lo más ridículo, terminan acostumbrándote en poco tiempo.

Lo bueno y lo malo de One Piece de Netflix

El elenco es perfecto. Iñaki Godoy lo hace bastante bien (sorprendentemente bien, dirían algunos). Es carismático y te acostumbras rápidamente a verlo como Luffy. Por supuesto, Netflix ha tenido que hacer esfuerzos sobrehumanos para comprimir algunas cosas. Por lo que, si ya has visto el ánime de antemano, te parecerán un poco aceleradas las apariciones de Alvida, Morgan y Buggy. Pero son funcionales y es más fácil apreciarlo si no tienes el trasfondo de ver One Piece. El problema con esto es que, evidentemente, hay muchos, muchos personajes secundarios que se quedan fuera. Pero esperemos que les renueven la temporada para verlos.

¿Cuántos episodios tiene el live action de One Piece?

Parece que el mayor esfuerzo radica en que se nos dieron ocho episodios de una serie que, actualmente, posee más de 1000 capítulos. Sin embargo estos ocho no corresponden a los ocho primeros del ánime. Steven Maeda y Matt Owens, showrunners de la serie han sabido tomar información de todos lados y crear el inicio de una historia que, sinceramente, esperamos tenga todavía continuidad. Los ocho episodios ya están disponibles en Netflix.

¿Ya la viste? ¿A ti qué te pareció?