La huelga de guionistas ha causado conmoción en la industria. Debido a que las grandes productoras no lograron satisfacer las demandas del gremio, varias producciones de alto nivel se han visto congeladas, entre ellas, películas de Marvel que podrían descarrillar la maquinaria precisa que el MCU tiene para continuar de manera constante y cumplir con las expectativas financieras y narrativas de su nueva fase.
En concreto, nos referimos a Blade, película que será protagonizada por Mahersala Ali. Blade estaba por entrar a producción el próximo mes, pero, con la huelga en curso, el inicio del rodaje tendrá que detenerse hasta nuevo aviso. Esto podría generar un efecto dominó en las subsecuentes producciones de Marvel, por lo que otros proyectos podrían igualmente retrasarse.
En el caso de los programas para plataformas de streaming, la situación es igual. Los productores y creadores de Stranger Things, los hermanos Duffer, anunciaron que la producción de la última temporada de la serie también se está viendo afectada por la huelga. A través de la cuenta oficial de los escritores de la serie, los Duffer comunicaron el siguiente mensaje:
Duffers aquí. La escritura no se detiene cuando comienza el rodaje. Si bien estamos emocionados de comenzar la producción con nuestro increíble elenco y equipo, no es posible durante esta huelga. Esperamos que pronto se llegue a un acuerdo justo para que todos podamos volver al trabajo. Hasta entonces, cambio y fuera
Lo cierto es que, de no resolverse esta huelga, docenas de programas y películas podrían sufrir el mismo destino, como sucedió en la huelga de 2007-2008. Uno de los casos más famosos fue con la serie Heroes, cuya producción fue fuertemente afectada por la huelga en ese entonces.
Pero la huelga no detiene únicamente a los escritores de hacer guiones, sino, también de su participación en set, para correcciones, ajustes o modificaciones de cualquier tipo al guion. Y, aunque puede parecer contraproducente para los espectadores, lo cierto es que los huelguistas piden salarios más dignos, sobre todo cuando muchos ganan salario mínimo, por debajo del costo de vida, y producen millones para las grandes productoras, cuyos actores y directores tienen sueldos multimillonarios gracias al trabajo de los escritores.